Entrevista
Alberto Chicote: «Arguiñano es bestial y llena la cocina de la tele»
El chef publica «Cocina de Resistencia» (Planeta), su primer libro de recetas
Alberto Chicote está dispuesto a todo. La energía que desprende es bastante contagiosa y tiene vitalidad para presentar programas de televisión, mantenerse conectado con sus seguidores en redes sociales, llevar un restaurante, atender a los medios de comunicación y sin respirar hacerte unas rosquillas. Sorprendentemente y tras tropecientos años en el mundo de la cocina acaba de publicar su primer libro de recetas, «Cocina de Resistencia» (Planeta), que reúne en un sólo volumen más de 120 platos y salsas que preparó en directo durante el confinamiento, desde el 21 de marzo de 2020 hasta finales de junio. En él se pueden encontrar consejos e batalla para aprovechar todo lo que tenemos en casa, aprender a hacer la compra e incluso organizar nuestras neveras y congeladores.
¿Por qué ha tardado tanto un chef tan mediático en hacer su primer libro de recetas? «Porque le tengo tantísimo respeto al mundo de los libros... Siempre digo que el mayor legado que creo que dejaré en el mundo el día que no estemos es mi biblioteca... y como uno se sabe no escritor... Sin haber escrito nunca nada, sin haber hecho los ejercicios que un escritor hace antes y con tantos amigos escritores...», aunque confiesa que esos amigos «me dicen Alberto, yo creo que tú tendrías que poner a escribir». Por eso su libro de recetas está perfectamente salpicado de sus vivencias y de aquello que ha marcado su peculiar personalidad. Como lo hizo su viaje a la parte alemana de Suiza cuando era joven. «El nivel de profesionalización de la cocina en Suiza en aquella época, año 91-92 no tenía nada que ver con lo que había aquí. En aquel momento en España, cocineros, digamos que de formación académica, había muy pocos. En Suiza eran todos». Y también le marcó a nivel personal: «Pues hombre, que te vayas a vivir tú por tu cuenta a un país que no es el tuyo con 21 añitos, te aporta muchas cosas. Primero la sensación de libertad, un subidón de autoestima en plan ’'hostia, puedo vivir, yo solo, puedo estar aquí, puedo trabajar y puedo sacarme mis cosas adelante’'».
Pasión por Arguiñano
Al hilo de su experiencia cocinando para sus fans durante el confinamiento, le preguntamos si no ha pensado ponerse delante de la cámara como David de Jorge o Arguiñano: «Creo que la cocina ha llegado a la tele para quedarse durante mucho tiempo. Y ahora mismo no es que no me vea, es que nadie me lo ha ofrecido. Pondría mucho interés en intentar buscar algo que fuese muy identificativo y muy personal. Pero de todas maneras es que creo que estando Karlos Arguiñano en el mundo no hay nada que podamos hacer. Ninguno. Es tan absolutamente bestial y llena tanto la cocina de la tele que no hay hueco para los demás. Cuando estoy en casa y pongo la tele y está Karlos, me quedo atontado viéndole. No puedo tenerle más admiración». Rechaza tajantemente que haya polémica alrededor de los programas de cocina, «pero llámalo polémica o llámalo que cualquiera tiene una opinión acerca de algo. Creo que es porque todo el mundo ahora se solivianta con cualquier cosa». Tampoco hay nada nuevo en el mundo de la cocina televisiva y sigue sin esperar que le llamen de «MasterChef» para asistir a uno de sus programas: «Ellos saben que no me pueden llamar y yo sé que no me pueden llamar. Entonces, para qué voy a esperar nada...».
Su mujer, Inmaculada, comentó hace poco en un programa de televisión, que Chicote se sigue poniendo nervioso cuando le toca estrenar programa y él lo corrobora: «Es un enganche. Me sigo poniendo nervioso. Empecé para grabar ocho programas de «Pesadilla en la cocina» y voy a grabarla octava temporada. Ya he perdido la cuenta de los programas que he hecho, y es un medio en el que me encuentro cómodo. Pero hay una cosa que todavía sigo auto imponiéndome, que es la implicación absoluta con lo que estoy haciendo, lo que significa muchos nervios e inquietud y no saber qué va a pasar».
Croquetas por doquier
Y, ¿qué es lo que pide Chicote cuándo viaja? «Digamos que no soy extremadamente particular. Lo que pasa es que hay cosas que me gustan mucho. Y si lo hay. pues pido. La gente me pregunta, ‘¿por qué pides croquetas?’. Siempre digo por lo mismo: porque me gustan y porque unas veces acierto y otras veces no. Esto también es así, pero no soy de cosas fijas y cuando viajo, pues igual tampoco le puedo pedir a un tailandés que me haga una croqueta de jamón». Pero no es difícil viajar por medio mundo y encontrarte al chef en el mercado de la ciudad, porque «lo que sí que hago siempre es lo que yo llamo mis tiendas de souvenirs particulares, que son los mercados. Me gusta meterme donde la gente compra y me gusta, en la medida de lo posible, cargar con las cosas que sé que me van a aguantar hasta que llegué de vuelta a casa. Evidentemente no me puedo comprar un pescado que vea no sé dónde, porque se va a estropear, pero si tengo la opción de coger unas especias, sí tengo la opción de coger unas hierbas que pueda envolver en un papel húmedo y conservarlas».
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