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«Ángel Nieto. Cuatro vidas», el piloto inmortal

La plataforma rescata los testimonios de los amigos y familia del campeón, padre y marido que falleció hace cinco años

Ángel Nieto tras una de sus victorias
Ángel Nieto tras una de sus victoriaslarazon

El 3 de agosto de 2017 perdía la vida el piloto español Ángel Nieto a consecuencia de las heridas derivadas de un accidente mientras conducía un Quad en Ibiza. Pero el zamorano ya era inmortal mucho antes, cuando nadie seguía el motociclismo en España y él nos abrió los ojos al Campeonato del Mundo. «Ángel Nieto. Cuatro vidas», es la docuserie producida en colaboración con SuperSport y con la distribución de Mediterráneo Mediaset España Group que ha estrenado Amazon Prime Video y que muestra la verdadera dimensión del piloto, comentarista, padre, amigo y esposo.

A lo largo de cuatro intensos capítulos, abordará los cuatro pilares de la vida del 12+1 veces campeón del mundo: el de Ángel Nieto como pareja y padre, con testimonios de su mujer y su hijo Hugo; el de deportista de élite, con un repaso a la fulgurante carrera que construyó con tesón, audacia e ideas claras; el de director de equipo y comentarista deportivo, una labor que llevó a cabo en el paddock tras su retirada, a la que también imprimió su inconfundible personalidad; y el del Ángel amigo, en el que las personas que mejor le han conocido le ofrecerán una emotiva despedida y el compromiso de mantener viva su historia. Por las grabaciones desfilarán su viuda, Belinda, y el hijo que tuvieron en común, Hugo; compañeros de profesión como Marc Márquez, Giacomo Agostini y Jorge Martínez «Aspar» (ocho, 15 y cuatro veces campeones del mundo de motociclismo, respectivamente), Emilio Alzamora (una vez campeón del mundo y actual manager de Marc Márquez) y Carlos Cardús (piloto en el equipo de Ángel Nieto); los comentaristas Dennis Noyes y Melisa Jiménez; el CEO de Dorna, Carmelo Ezpeleta, y el editor y organizador de carreras Jaime Algersuari; y amigos personales de Ángel, como el piloto Toñejo Rodríguez, los productores José Manuel Lorenzo y Pino Sagliocco y los empresarios Ricardo Urgell y Juan Palacios.

Veremos en el primer episodio, «Una vida con Ángel», a través de imágenes inéditas, cómo se comportaba Ángel Nieto como padre y esposo, con los testimonios sinceros de Belinda, que puso «serenidad» en una vida marcada por la velocidad. En el segundo, dedicado a su faceta puramente deportiva, descubriremos cómo fue el encargado de abrir las puertas del motociclismo en nuestro país con su tesón y don de gentes. Capítulos para la historia de este deporte como cuando le confesó al empresario de Derbi, Andreu Rabasa, en su despacho, que quería «ser campeón del mundo» y le contestó, «mira, coge una escoba y ponte a barrer», o cómo tras ganar una carrera en el Circuito del Jarama con el Rey Juan Carlos presente, le convenció para que se televisasen las competiciones. Enseguida supo comprender la importancia de la Prensa para dar a conocer sus triunfos y los del motociclismo español: «Era lo que le daba publicidad y le traía dinero», explica la periodista Mercedes Milá en un momento del documental. Le describen los que le sucedieron y sus coetáneos como un piloto «astuto dentro y fuera de la pista», «Fantástico», un «violinista», feroz y salvaje», «muy ambicioso» capaz de ganar las carreras antes de subirse a su moto paseando con la cabeza alta y sacando pecho en el paddock.

Tras varias caídas y abandonar la competición, nunca llegó desligarse del deporte que le apasionaba y, en el tercer capítulo, «Detrás del muro», se narra su vida como director de equipos y comentarista de las carreras frente a los micrófonos. Su forma de ser, su conocimiento del deporte y su relación con el mundo del motociclismo hizo de él el mejor para narrar los grandes premios como si aún estuviese sentado en su primera moto. El capítulo final, «Hasta siempre Ángel», es una narración del día previo a su muerte (cumpleaños de su viuda) y de la mañana en la que se levantó temprano para comprar un repuesto para una bombilla que faltaba en su casa de Ibiza, «y nunca despertó». Miles de motos salieron a la calle para homenajear la huella que dejó en aficionados, familia, adversarios y compañeros, con el rugir de los motores que aún resuenan y que hicieron inmortal a Ángel Nieto.