Plataformas

Philippa Georgiou y una nave sin rumbo

SkyShowtime estrena esta película spin off de «Star Trek Discovery», protagonizada por la oscarizada Michelle Yeoh

StarTrek Section 31 con MichelleYeoh
Michelle Yeoh usa todas sus artimañas interpretativas para ponerse una vez más en la piel de la despiadada exemperatriz terranaParamount Pictures

Traicionera, vengativa, egocéntrica, poderosa, despiadada, maquinadora, vil y contestona. Todas esas cosas y más son las que nos gustan de la emperatriz Phlilippa Georgiou, adalid del mal, los secretos y la violencia. Conocimos al personaje en «Vulcan Hello», episodio piloto de la serie «Star Trek: Discovery». La que comenzó siendo una de las mejores capitanas de la Flota Estelar comandando la USS Shenzhou, y mentora de Michael Burnham, tenía un alter ego en una línea temporal paralela en la que se había hecho con mucho poder e influencia y se autodenominó emperatriz terrana Philippa Georgiou Augustus Iaponius Centarius. Ahora, la entidad del personaje interpretado por la oscarizada actriz Michelle Yeoh da el salto con la película spin off «Star Trek: Sección 31», dedicada a explorar este departamento de acciones secretas en el universo creado por Gene Roddenberry y que estrena SkyShowtime.

En la película, Yeoh retoma el papel favorito de los aficionados a la serie, el de la emperatriz que se une a una división secreta de la Flota Estelar, que ya había utilizado en alguna ocasión sus habilidades para el engaño, su temperamento y conocimientos de lucha. Encomendada con la tarea de proteger la Federación Unida de Planetas, también deberá enfrentarse a los pecados de su pasado, que sabemos que son muchos. Completan el reparto Omari Hardwick («Power»), Kacey Rohl («Hannibal»), el ganador de un Emmy® Sam Richardson («Ted Lasso»), Sven Ruygrok («One Piece»), Robert Kazinsky («Pacific Rim»), Humberly Gonzalez («Ginny & Georgia») y James Hiroyuki Liao («Barry»). Miku Martineau («Kate») interpreta a la joven Philippa Georgiou. Aunque la protagonista ha renunciado a hacerse llamar «Su Majestad Imperial, Madre de la Patria, Soberana de Vulcano, Dominus de Kronos, Regina Andor, Philippa Georgiou Augustus Iaponius Centarius», no ha perdido un ápice de su complejidad de carácter. La decisión de apartarse lo más posible de la franquicia oficial de «Star Trek» le ha restado complejidad y profundidad a la trama y a los personajes, y a pesar de contar con la experiencia de otros derivados de la serie y películas originales, la cinta adolece de ser demasiado previsible. Escrita por Craig Sweeny y dirigida por Olatunde Osunsanmi, intenta por todos los medios suplir la falta de vínculos con la saga con efectos especiales, naves espaciales y escenas de pelea, pero siempre queda la sensación de falta de coherencia. Sin hilo conductor para encajarla con el resto de productos «trekkies», la película flota en el espacio sin timonel.

Hay componentes graciosos, como que ahora Philippa dirija una suerte de club nocturno en el que extiende su dominio, y que le sirve para concentrar en un sitio a gente de la peor calaña del universo. Cuando surge la amenaza de una nueva arma del fin del mundo llamada Godsend (y creada por la propia Georgiu en el universo espejo), se forma un equipo al estilo de una banda con lo peor de cada casa, con su líder, Alok (Hardwick), que intenta que la exemperatriz no se suba a sus barbas; un cambiaformas ingenioso Quasi (Richardson); el bruto Zeph (Kazinsky) del tipo «¡ Soy el Juggernaut, perra !»; un deltan sexy, Melle (Gonzalez), y un vulcano loco, Fuzz (Ruygrok) que en realidad no es un vulcano, sino más bien un organismo microscópico en una nave espacial diminuta dentro de un cuerpo de golem con forma de vulcano. Junto a esta tripulación se encuentra una observadora de la Flota, una joven llamada Rachel Garrett (Rohl), que los fanáticos incondicionales saben que crecerá hasta convertirse en una capitana de la Enterprise anterior a Picard. En su aventura tendrán enfrentamientos y persecuciones, y también descubrirán que un topo en sus filas pretende aguarles la fiesta. Hemos echado mucho de menos los diálogos picantes y provocadores que eran aliño indispensable de Georgiu, que sí que puede fardar de que por lo menos la película le da un origen. Comienza con un flashback de la joven haciendo sacrificios masivos para ganarse su lugar como emperatriz, hasta el punto de matar a su familia y sacrificar a su amor de la infancia, San (James Hiroyuki Liao). En «Discovery» habíamos atisbado algo del alma de la excapitana, aunque fuera a desgana, pero siempre volvíamos al mal por el mal, a trabajar para la Flota a desgana y con la posibilidad siempre de traicionar a la mínima. Pero eso se ha perdido en el espacio.