Celebración

Manu celebra sus 300 programas en 'Pasapalabra' con emoción, gratitud y un homenaje a su madre

El joven madrileño entra a un selecto club del concurso vespertino líder de la televisión española en la que solo se encuentra Orestes Barbero

Manu entra en el club 300 de 'Pasapalabra'
Manu entra en el club 300 de 'Pasapalabra'Antena 3

Manu Pascual ha entrado en los libros de historia de 'Pasapalabra' tras completar su programa número 300, cifra alcanzada anteriormente solo por Orestes Barbero, aunque el madrileño seguirá luchando en busca del bote del concurso vespertino líder de la televisión española, escribiendo con letras de oro su nombre en los anales del espacio liderado por Roberto Leal de lunes a viernes a partir de las 20:00. Manu se ha sincerado con el equipo de 'Pasapalabra', concediendo una entrevista al programa de Antena 3, en el que se ha sincerado tras alcanzar esta cifra tan redonda de participaciones y más 180.000 euros acumulados en más de 365 días como participante de 'Pasapalabra'.

La sinceridad de Manu y el cariño de su gran contrincante, Rosa

“Demasiadas sensaciones, pero procuro ir día a día”, confiesa Manu Pascual al celebrar sus 300 programas en 'Pasapalabra', una cifra que solo comparten él y Orestes Barbero. “Vas programa a programa, no te das cuenta y, de repente, aparece el 300”, dice sorprendido, recordando cómo en su debut los nervios lo delataban. Ahora, con veteranía, reconoce que mantiene “un puntito de tensión”, suficiente para no relajarse. En este tiempo ha rozado cuatro veces el bote con 24 aciertos en El Rosco: “Sabía que no tenía la que me faltaba, entonces es como estar a ocho”. Aunque se queda con lo positivo: “El estudio está funcionando”. Su objetivo si ganara el bote es claro: “Ayudar a mi familia, formar una vida con mi pareja, tener nuestra casa y seguir formándome como psicólogo”. La experiencia le ha enseñado que “tu rival no es tu contrincante, sino los roscos, los guionistas en este caso”. Manu recuerda a Nacho como alguien que lo obligó a mejorar: “Ponte las pilas porque, si no, aquí vas a sufrir mucho”. Y no olvida a su madre: “Ha peleado por darme la mejor educación”, afirma, en una dedicatoria sentida durante el homenaje a su programa 300.

Rosa, su compañera de batalla durante más de 170 programas, no dejó pasar la ocasión para homenajear a Manu. “Como compañero es una persona muy tranquila”, afirma, valorando su calma en momentos de presión. Para ella, fue esencial al inicio: “Me sirvió de espejo para saber por dónde ir”. Su conexión, construida día tras día, traspasa la pantalla. Rosa destaca su forma de estar, de apoyar sin imponerse, de marcar el camino con discreción. Su sorpresa en la entrevista no fue casual: fue el gesto sincero de alguien que reconoce en Manu no solo a un rival, sino a un referente y amigo.