Declaraciones

Paula Vázquez revela el lado oscuro de la televisión: "Me apuntaba en la agenda cuándo podía llorar"

La presentadora se ha sincerado acerca de la depresión que sufrió por la presión que ejerce la pequeña pantalla

Paula Vázquez durante la presentación del programa de televisión 'Bake off, famosos al horno'
Paula Vázquez durante la presentación del programa de televisión 'Bake off, famosos al horno'Antonio GutiérrezEuropa Press

Paula Vázquez ha desvelado los entresijos maquiavélicos de la televisión, que pueden provocar graves problemas de salud mental, como los que admitió tener la presentadora gallega durante una parte de su vida. Vázquez, quien ya mismo regresará a primera plana de la televisión con una nueva edición de "Bake off: famosos al horno" (que ya anunció concursantes para la segunda edición del certamen culinario de RTVE centrado en la repostería), contó sus vivencias personales en el podcast "Estirando el chicle", presentado por Victoria Martín y Carolina Iglesias.

Una experencia bastanta dilatada en televisión

Paula Vázquez ha abierto su corazón en el programa "Estirando el chicle" para hablar sobre los desafíos y sacrificios de su etapa más intensa en la televisión. Recordó cómo, desde los 17 hasta los 30 años, vivió un periodo marcado por la entrega absoluta al trabajo: "No me relacioné, no tuve vida. Lo recuerdo todo muy sacrificado", confesó, añadiendo que los presentadores de entretenimiento de entonces enfrentaban grandes exigencias: "No nos dejaban tener CUE, tenías que estudiar". Además, señaló la presión física que soportaban: "En mi época los estereotipos ultrasexualizados eran todavía más potentes, que siguen siéndolo". Su ritmo de vida era agotador, al punto de planificar cuándo podía liberar emociones: "Recuerdo una época en que me ponía en la agenda cuándo podía llorar". Entre sus múltiples compromisos estaban un programa en Francia, una película en Italia, "El euromillón" en España, y sesiones para catálogos de bikinis. "No tenía vida", reflexionó con humor, afirmando que ahora, a los 50 años, disfruta con más intensidad. Sin embargo, aquella rutina la llevó al límite: "A mí me parecía normal llegar a casa y llorar", expresó, describiendo el precio personal que pagó por encajar en un entorno que demandaba perfección y adaptabilidad constantes. Aunque Paula Vázquez describe esa etapa como una montaña rusa emocional, reconoce momentos gratificantes en programas como "Un, dos, tres".

También recuerda con cariño a sus compañeras, a quienes califica de "maravillosamente generosas". Sin embargo, no todo fue positivo. Habló sobre su experiencia en "La isla de los famosos": "Lo pasé muy bien, pero lo pasé muy mal", admitió. Este reality la obligó incluso a cubrir gastos que no estaban presupuestados, como estilismo y maquillaje: "Iba con una mochila con el kit de la buena presentadora". El desgaste acumulado derivó en problemas graves de salud, como alopecia por estrés, y finalmente, una "depresión grotesca": "Yo hacía de Paula Vázquez, como que todo iba estupendo, hasta que se me empieza a caer el pelo, y me quedo casi calva". Llegó a temer por su vida hasta obtener un diagnóstico que explicaba su estado. Este proceso la obligó a reflexionar sobre las expectativas que recaían en las presentadoras, donde "hacerse la tonta" y proyectar un ideal de perfección eran casi una norma. Al aprender a priorizar su bienestar, Paula reconoció que aún está en un camino de aprendizaje: "No sé poner límites, y es algo que todavía estoy aprendiendo", concluyó, recordando que el control que tenía frente a las cámaras no siempre se trasladaba a su vida personal.