'GH VIP 8': El novio de Oriana rompe la puerta del confesionario amenazanado a la organización: ''Iba a llamar a la policía''

Este martes 19 de septiembre tuvo lugar la primera emisión de ‘Límite 48 horas’ de ‘Gran Hermano VIP 8’. La maestra de ceremonias volvía a ser Marta Flich. En este primer programa, la organización tenía guardadas distintas sorpresas para los habitantes de la famosa casa de Guadalix. Entre ellas se encontraban la curva de la vida de Karina; el cambio de uno de los habitantes de la casa cueva por otro de la casa VIP; y la visita del novio de Oriana Marzoli.

Al comienzo de la gala, en el plató de Telecinco, se encontraba Daniele Dal Moro, pareja de Oriana Marzoli. Flich comunicaba al italiano que iría a la casa de Guadalix para ver a su novia. Lo que nadie se imaginaba era el precio a pagar por dicha visita. Momentos más tarde la presentadora conectaba con la casa de Guadalix de la Sierra para hablar con sus habitantes. Dirigiéndose a Oriana, Flich le mostraba imágenes de su novio en el confesionario. La venezolana al ver a su amado no dudó en salir corriendo hacia dicho lugar para que le abrieran la puerta y allí reencontrarse con él.

Una vez dentro, Marzoli se dio cuenta que su chico no estaba allí por lo que la conductora volvió a conectar con ella para informarle de que si quería verle sería con la condición de gastar 12.000 euros del premio final a cambio de hablar con él 3 minutos. Este hecho provocó el enfado de la concursante quien se mostraba capaz de pagarlos de su propio bolsillo. Tras pensarlo varias veces y llorar desconsoladamente, Oriana decidió rechazar ver a su novio pero todo apuntaba a que sí habría tenido contacto con él y prueba de ello fueron las imágenes emitidas en dicha gala.

Tras el cambio de Luca Dazi por Alex Caniggia para que el primero concurse en la casa VIP y el argentino pasé a la casa cueva. Caniggia se reencontró con sus otros compañeros para contarle lo sucedido. Al parecer el novio de Oriana al ver como su chica lloraba desconsoladamente, salió disparado a la puerta del confesionario propinando una patada y rompiéndola. "Estaba gritando como un loco, pateando la puerta y diciendo que iba a llamar a la policía", explicaba el argentino mientras sus compañeros se mostraban sorprendidos.

Además de continuar confesando que la pareja había tenido la oportunidad de hablar, en una de las conexiones de Flich con la casa se pudo escuchar como la venezolana se dirigía a alguien que no era ninguno de sus compañeros ya que la persona con la que hablaba tenía voz masculina y respondía en italiano.