Feminismo
«Brainwashed», el documental que ojalá no fuese necesario
TCM estrenaba por el Día de la Mujer el trabajo de Nina Menkes sobre la sexualización de la mujer en el cine
El canal temático TCM celebraba el Día de la Mujer con el estreno del documental de Nina Menkes «Brainwashed: Sex-Camera-Power». Con este contundente título la cineasta reflexiona sobre la influencia que el lenguaje audiovisual ha tenido en la realidad contemporánea de la mujer, especialmente desde la explosión de Hollywood. «Llevo toda mi vida viendo cine y siempre me pregunto cosas como por qué las escenas de acción de las actrices se reproducen siempre en slow motion», comparte la propia Nina durante la promoción. Para este trabajo ha analizado en profundidad más de 600 largometrajes de distintas épocas, con el fin de evidenciar la sexualización de los personajes femeninos por parte de la industria.
Esto inevitablemente está relacionado con el hecho de que el cine ha sido una industria mayoritariamente masculina, sobre todo en los puestos de dirección. Sin embargo, para ella, «no es solo una cuestión de sexos, sino de reeducación». «Las nuevas directoras también caen a veces en esta sexualización de los personajes femeninos, ya que ha sido la principal referencia durante décadas y décadas», añade Nina. De hecho, la cineasta asegura que «jamás recomendaría que se obviase el cine clásico o de épocas pasadas, por mucho que ahora sus personajes femeninos nos resulten retrógrados». Así invita a que el espectador discuta y se cuestione películas de hace años y se enfrente a cómo las recordaba en su mente. Su mayor consejo para las nuevas generaciones, es que no intenten copiar a los referentes, «sino que se limiten a narrar realidades tal y como son».
Nina Menkes llega a reconocer que «ojalá este tipo de documentales nunca hubiese sido necesario». Precisamente, la causa que ha motivado este proyecto es que «siempre colocamos al espectador como una víctima y no le hacemos sentir responsable». Sucede también cuando se acusa a la ficción de blanquear ciertas profesiones o actividades criminales solo por el hecho de que los protagonistas se dediquen a ellas, como si el espectador no supiese diferenciar lo correcto de lo inadecuado. Así, el documental «Brainwashed» alude a la propia conciencia del espectador y lo sitúa como un elemento activo del cine.
En la entrevista que Nina ha concedido a LA RAZÓN llega a cuestionar aspectos consolidados en la industria, como la división por sexos en ciertas categorías de las galas de premios. «Nunca he entendido, por qué hay categorías distintas de actores y de actrices y no de directoras y directores. No tengo claro que sea algo que nos beneficie», cuenta.
Sin embargo, su dedicación al universo femenino y su gran capacidad de análisis también la han privado de ciertos privilegios mundanos. «Desde hace años soy incapaz de apagar mi parte profesional del cerebro mientras estoy viendo cualquier película. Me he hipersensibilizado con los personajes femeninos y ya no puedo disfrutar tranquilamente del cine como cualquier espectador», lamenta en parte.
Aunque el objeto principal de este documental es la industria de Hollywood, Nina no es ajena al cine europeo u otros referentes como Almodóvar, a quien excluye de la tendencia sexista gracias a construir grandes protagonistas femeninos e incluir a todo tipo de colectivos en sus narrativas desde hace años.
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