Estreno
La deliciosa rivalidad entre ángeles y demonios
Prime Video acaba de lanzar la segunda temporada de «Good Omens» protagonizada por David Tennant y Michel Sheen
El ángel Azirafel y el demonio Crowley han vuelto a las andadas y no podemos estar más contentos. El estreno de la primera temporada de «Good Omens» el 31 de mayo de 2019 nos colmó de dicha en Amazon Prime Video. La serie basada en el best-seller internacional de Terry Pratchett y Neil Gaiman cuenta la relación entre estos dos personajes y su relación con la deriva del mundo y la tendencia de la humanidad al apocalipsis. Tras salirse con la suya en la primera entrega, la plataforma acaba de estrenar entera la segunda temporada que promete más acción y el preámbulo de otra guerra entre el cielo y el infierno.
La tensión de la espera es de igual intensidad a la avidez con la que se pueden consumir los seis episodios de esta segunda entrega que devuelve la tranquilidad a la vida del ángel Azirafel (Michael Sheen) y el demonio Crowley (David Tennant). El primero sigue con su librería en el Soho londinense tras haber sido despreciado por el cielo e intenta mantener a raya su tendencia a perpetrar «milagritos» a su alrededor. Crowley, expulsado del infierno duerme en su coche sin ninguna novedad relevante hasta que se desata la trama: «el arcángel Gabriel (Jon Hamm) aparece de forma inesperada en la puerta de la librería de Azirafel sin ningún recuerdo de quién es y cómo llegó ahí. Mientras Crowley desconfía del motivo por el que el arcángel ha acudido a la librería, Azirafel está deseando resolver el misterio que se oculta tras el estado de Gabriel. Sin embargo, esconder al arcángel tanto del Cielo como del Infierno trastorna sus vidas de maneras imprevistas. Para resolver este misterio, y frustrar al Cielo y al Infierno en el proceso, el dúo necesitará más que un milagro; necesitarán volver a confiar el uno en el otro». Hay que tener en cuenta que el fondo del guión no tiene tanta miga ultraterrena como en la primera temporada, ya que el propio coautor y showrunner reconoció que esta entrega es como «un sándwich de relleno entre ambas» novelas y apunta a una posible temporada final que sería secuela de «Buenos presagios» planeada hace 30 años por Pratchett y Gaiman.
Si bien es cierto que puede faltarle algo de fuerza narrativa y de fondo, al principio el camino es lento hasta que Crowley y Azirafel vuelven a alinearse en base a su antiquísima amistad (de eones, ni más ni menos). Una de las partes más divertidas de esta ficción es sin duda los flashbacks que comparten ángel y demonio y que en esta ocasión nos mostrará su opinión sobre el sufrimiento innecesario de Job (atentos los whovians), pero también les veremos «al principio de los tiempos», los robos de tumbas en el Edimburgo victoriano y el Blitz de la Inglaterra de los años 40, hasta llegar a la modernidad. No faltarán ni zombies en un alarde de genialidad. Podemos tomarnos esta temporada como un descanso terrenal donde disfrutar de las interacciones de ángel y demonio entre sí y cómo pasan a un nuevo nivel de su relación. Aparte de la excelencia a la que nos tienen acostumbrados Tennant y Sheen, destacar la labor sin par de John Hamm en un registro inédito y delicioso. También regresan , Doon Mackichan como el Arcángel Miguel, y Gloria Obianyo como el Arcángel Uriel. Por otra parte, vuelven en nuevos papeles Miranda Richardson como el demonio Shax, Maggie Service como Maggie, y Nina Sosanya como Nina, además de nuevas caras entre los inadaptados del Cielo y el Infierno: Liz Carr como el ángel Sariel, Quelin Sepulveda como el ángel Muriel, y Shelley Conn como el demonio Belcebú.
«Good Omens» ha hecho el esfuerzo por fabricar la más rica miel para dejarla en los labios de los espectadores que pueden esperar mucho de una futurible tercera temporada.
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