Estreno

Nochebuena de 1944: Amor en el campo de exterminio

Sundance TV estrena mañana «Nelly & Nadine», documental de la relación entre una cantante y la hija del embajador chino en España

Nadine Hwang y Nelly Mousset-Vos posan felices tras sobrevivir a los campos de concentración
Nadine Hwang y Nelly Mousset-Vos posan felices tras sobrevivir a los campos de concentraciónAutolmages

L a imagen de más de 2.000 mujeres desembarcando en el puerto de Malmö liberadas de los campos de concentración es embriagadora. Frente al sufrimiento sufrido durante su cautiverio esbozan sonrisas con aires de libertad. Mujeres y niñas, americanas, suecas y finlandesas. Pero entre todas ellas destaca la mirada seria y pensativa de una mujer con rasgos asiáticos. ¿Quién es? y, ¿por qué tiene esa mirada de melancolía? A todas estas respuestas no se pudo resistir el director MagnusGertten. «Nelly & Nadine», la pieza, galardonada en más de 20 festivales internacionales, incluyendo el Premio Teddy del Jurado en la Berlinale 2022, que estrena Sundance TV este viernes, es la tercera incursión del sueco en estas imágenes tomadas el 28 de octubre de 1945. Primero creó «Hoppets hamn» («El puerto de la esperanza» (2011), le seguiría «Every Face Has a Name» («Cada cara tiene un nombre») (2015), pero Nadine Hwang, que es como se llama la mujer, hija del embajador chino en España, es demasiado hipnótica para pasarla por alto.

«Crear una película es como un proceso, y para mí todo comenzó con tratar de averiguar los secretos de este carrete de noticias de las personas que llegan de los campos a Suecia. Y muy pronto, hace muchos años, encontré a Nadine. Y como se ve al principio de la película, siempre me pregunto por qué tiene esa mirada extraña y en qué está pensando. Ese fue el punto de partida de una investigación que me llevó a hacer dos películas anteriores en las que utilicé el mismo material de archivo como punto de partida», explica a LA RAZÓN Magnus Gertten. Desde el descubrimiento de los imágenes, todas se le han hecho familiares y ha hecho el esfuerzo de ponerles nombre y darles una vida más allá de los campos de exterminio: «Pensé que nunca haría nada más sobre las imágenes, pero me contactó una pareja de granjeros y me dijeron: ‘‘tenemos una historia más para ti’’. Y pensé, vale, no debería hacer más historias de la Segunda Guerra Mundial (también me interesan otras cosas de la vida), pero si consigues una historia así siento la obligación de contarla». El reto no es fácil ya que la pieza nos lleva en un viaje mágico acompañando a Sylvie Bianchi, la nieta de la pareja de Nadine, Nelly Mousset-Vos, una conocida cantante de ópera. «Es muy difícil contar una historia que sucedió hace tantos años y con personas que están muertas. Necesitas crear algún tipo de drama cinematográfico. Por eso la película empieza con un secreto familiar, con la nieta de Nelly, que camina por la cocina de la granja a las afueras de París y se pregunta por su abuela: ¿quién era y qué hizo realmente?». El silencio de la abuela solo dejó interrogantes y cajas de fotos, diarios y documentos que Sylvie nunca quiso descubrir: «Construimos la historia como una especie de enigma. Y así, junto con Sylvie, nos adentramos cada vez más en algo que se revela como una gran historia de amor».

La revelación de la historia de amor de Nelly y Nadine incluso con ambas retenidas en Ravensbrück es el motor de una pieza que destaca por su armonía. No transmite inquietud, ni temor, aunque sí pequeños retortijones mientras se escuchan decenas de historias que rodearon a la pareja. Los pensamientos de Nelly se nos transmiten con imágenes alegóricas de los años 40 y una música relajante. El director se sabe poseedor de un tesoro en fotografías y películas de las dos mujeres, y aunque confiesa que «siempre he intentado colar una pequeña historia de amor en todos mis documentales, aquí pude hacer la gran historia de amor», donde es el amor el protagonista en el horror: «Necesitamos este tipo de inspiración en el mundo ahora mismo, porque el mundo está bastante oscuro»

La perspectiva del dolor que siente Sylvie al recorrer la vida de su abuela es un reflejo del compromiso de la pieza, así como de su calado humano: «Es su viaje; ella viene de una educación en silencio y está descubriendo cosas que se revelan sobre lo que pasó. Poco a poco se va sintiendo mejor y llega un momento en que se siente orgullosa de formar parte de esta historia. No es la misma persona cuando termina la película que cuando empezó». Y a los espectadores les pasará lo mismo.