Estreno

Los secretos matan en el infierno helado

Filmin estrena «Los misterios del Hotel Finse», un «cozy crime» nórdico de cuatro episodios, resultado de la adaptación a la pantalla de la obra «1222» (Reservoir Books, 2013) de Anne Holt, protagonizado por Ida Engvoll

Las limitaciones físicas de Hanne en esta historia forman parte de la trama en la nieve
Las limitaciones físicas de Hanne en esta historia forman parte de la trama en la nieveFilmin

Un tranquilo viaje en tren entre Estocolmo y Narvik (Noruega) se convierte en una pesadilla cuando un alud hace descarrilar los vagones y todos sus ocupantes deben refugiarse en un hotel cercano al accidente. Entre los pasajeros hay un revisor, un grupo de jóvenes problemáticos, un matrimonio de ancianos y otro de recién casados, un equipo deportivo juvenil y su entrenador, una agente de policía suspendida y, al menos, un asesino. Este es el punto de partida de «El misterio del Hotel Finse» («Blindspår»), miniserie de cuatro episodios creada por Sara Heldt y Erik Skjoldbjærg, que hoy estrena Filmin, y que es una adaptación del «thriller noruego del año» «1222» (Reservoir Books, 2013) de la escritora Anne Holt.

Afortunadamente para todos, la agente de Policía no es una cualquiera. Es Hanne Wilhelmsen (Ida Engvoll), oficial perspicaz y testaruda que, por motivos que veremos en el transcurso de la serie, está en silla de ruedas de manera definitiva. Ella va en el tren pensando en sus cosas. Su suspensión temporal como agente, mientras se lleva a cabo una investigación del caso que acabó confinándola a depender de ayuda constantemente. Además, su carácter, ligeramente antisocial, tampoco es que la ayude mucho. En cada capítulo volveremos al momento del accidente que terminó con todos en el hotel, para comprobar dónde estaba y qué hacía cada personaje. Entre ellos, el entrenador Magnus (Pål Sverre Hagen), sobrepasado por tener que cuidar de su hija Nora (Elli Rhiannon Müller Osborne) y sus compañeras de equipo; Viktor (Kjell Bergqvist) y su mujer Yvone (Sissela Kyle), pareja curiosa con un marido intentando meterse en todos los fregados y una esposa que es una médium convencida; el forzudo y bonachón (Björne Magnus Samuelsson) y parte de los trabajadores del hotel; y Adrian (Fabian Penje) joven con problemas que acaba convirtiéndose en un valioso aliado para Hanne. Nada más bajar del vagón, el grupo ya se enfrenta a una tormenta de nieve y al hallazgo del primer cuerpo, el del revisor, interpretado por Måns Clausen. Una vez en las instalaciones, son recibidos por la dueña del establecimiento, Merit (Malgorzata Pieczynska), y su hijo Denis (Filip Mrdjen). El problema es que el grupo de jóvenes del tren ocultan un secreto y todo se desmadrará de la mano de su líder Emil (Edvard Olsson).

Al tratarse de una serie «nordic», la angustia del escenario está garantizada. Poca luz y mucha nieve y viento crean la atmósfera perfecta para que se desarrolle la trama dentro del subgénero «cozy crime»: sin muertes muy violentas y de un crimen a fuego lento. El rodaje en escenarios naturales de Noruega ayuda a la sensación de aislamiento y peligro. El papel protagonista es el que articula toda la investigación y ofrece la visión principal de los sucesos del Hotel Finse. Ida Engvoll da vida a una persona arisca, cortante y desconfiada, que descubre que sus limitaciones físicas y su reciente suspensión pone límites a su sagacidad e intrepidez y se verá obligada a compartir su tiempo y sospechas con alguno de los huéspedes si quiere descubrir al asesino que anda suelto en las instalaciones y que se cobra más víctimas. El desarrollo de la serie puede resultar muy lento al principio, pero pronto la prisa queda atrás mientras analizamos junto a la policía las personalidades de todos los inquilinos para intentar descifrar un clásico «whodunnit». La estructura es similar a cualquiera de los casos típicos de personajes encerrados en una zona concreta, muy al estilo Agatha Christie.

Si bien la adaptación dejó satisfecha a la autora, porque a pesar de haber cambios, el espíritu del libro y, por ende, de su vida como jurista y escritora, se ve plasmado, visualmente puede resultar monótono si no existen ganchos muy seguidos en la trama. Algunos de los desarrollos de los personajes quedan desdibujados cuando se trata de apuntar al centro de la trama y el balance hace pensar que algunos flecos de ciertos personajes no están muy bien atados y colean. Sin duda, «Los misterios del Hotel Finse» permite destapar un nuevo tipo de protagonista anclado en una minusvalía y que usa su ira y rabia para enfocarse en los casos y salir airosa. Sin embargo, la vida personal y sexualidad de la protagonista se muestra de manera tangencial, dejándose entrever en pocas escenas que no permiten sacar conclusiones ni afectaciones para con la trama principal. No hay duda de que los nórdicos saben trabajar el género que han creado, pero el límite con una serie de personas atrapadas en un pequeño espacio podría derivar hacia la acción o hacia el terror, pero se queda floja.

Anne Holt: abogada, periodista y ministra

►Antes de ser escritora, Holt trabajó como periodista y presentadora de informativos, y durante dos años estuvo empleada como asesora en el Departamento de Policía de Oslo. Eso fue antes de fundar su propio bufete de abogados y convertirse en ministra de Justicia de Noruega. Años más tarde, volcó toda esta experiencia en la escritura y dio una vuelta al cliché del detective, creando una protagonista policía mujer y lesbiana, muy poco representadas en este género. Su primera novela fue «La diosa griega», que dio inicio a la saga protagonizada por la detective Hanne Wilhemsenen en la que se encuentra «1222», la octava entrega que inspiró la serie.