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Proyecto

StoryTerra, donde nacen las historias

►Ebriz es el encargado de crear y mantener una base de datos con 120.000 localizaciones de series, películas, videojuegos y libros, en un mapa en el que podemos navegar por el espacio y el tiempo

La interfaz principal de la página muestra una visión satelital de la Tierra con luces nocturnas en las principales localizaciones Cortesía

Si Ebriz tuviera que elegir una época en la que haber vivido, confiesa a LA RAZÓN que tiene fascinación desde siempre por el Londres de la época victoriana, «especialmente el de las historias de Sherlock Holmes», pero «como viajar en el tiempo no es una opción, creo que las historias son lo más cercano que tenemos». Y es que Ebriz, cada vez que terminaba un videojuego, una serie, un libro o una película, es de aquellos que se quedan pensando con curiosidad qué más hay en la época y la localización geográfica de esas historias. Así nació StoryTerra, la página web que acumula un compendio de más de 120.000 localizaciones colocadas en un mapa en el que el usuario puede navegar por el espacio y el tiempo para aprender más de sus ficciones favoritas.

Hace poco que Ebriz ha terminado su máster en Ciencia de Datos y busca oportunidades laborales mientras aporta proyectos personales. «Siempre he tenido esta curiosidad peculiar: cuando termino una historia, me pregunto qué otras historias estaban ocurriendo en la misma época, pero en diferentes partes del mundo. Busqué una herramienta que pudiera filtrar historias por lugar y tiempo, pero no encontré nada que cubriera películas, libros, juegos y series de TV juntos, y de la forma en que yo quería. Así que decidí construirla yo mismo». Así que hace cinco meses («no a tiempo completo por los estudios») comenzó a trabajar en la idea de StoryTerra: «La versión principal del sitio web la construí en un par de meses, pero la idea fue evolucionando a medida que se me ocurrían nuevas funciones. Finalmente, tuve que simplificarlo hasta llegar a la versión actual, guardando algunas ideas para posibles actualizaciones futuras».

Pero no era una tarea fácil, más bien titánica. Ebriz comenzó «con conjuntos de datos públicos de historias y utilicé modelos de lenguaje para anotar cada entrada con su ubicación (lugares) y periodo de tiempo. Luego vino la parte difícil: limpiar los datos manualmente. Tuve que unificar variaciones de un mismo lugar, eliminar historias ambientadas en ubicaciones ficticias o vagas y estandarizar periodos como ‘Segunda Guerra Mundial’ o ‘principios del siglo XX’ a rangos de fechas utilizables, y finalmente enlazar todos esos sitios al conjunto de datos de ubicaciones que están en el mapa». Al final, quedaron poco más de 120,000 historias que actualmente pueden ser ubicadas tanto en tiempo como en espacio. Pero quiso que la experiencia del usuario fuera «fluida, atractiva e intuitiva», como «un atlas vivo de mundos ficticios». Implementó «un sistema jerárquico para los lugares (ciudad → provincia → país), un deslizador de tiempo expandible que va desde siglos hasta años individuales, y tarjetas visuales para cada tipo de historia. Hay tráilers integrados, música y videos de recorridos a pie para que sientas que realmente exploras cada escenario. El objetivo era que el usuario sintiera que viaja en el tiempo a través de las historias, no solo buscándolas».

El lanzamiento fue oficial a principios de agosto y, aunque «todavía no lo he promocionado mucho, he recibido comentarios positivos y tráfico del sitio». Pero hace falta más: «Afortunadamente, el sitio es bastante estable y no ha habido grandes errores. El trabajo principal ahora es revisar y corregir casos particulares en los datos, como historias asignadas a la ciudad equivocada por duplicidad de nombres, además de trabajar en nuevas funciones. Reviso y actualizo esto regularmente para mejorar la precisión del mapa». Pero no es gratis y durante el desarrollo, Ebriz explica que mantuvo los costes bajos, principalmente «el nombre del dominio y el alojamiento del servidor. Por ahora, esos gastos son manejables, pero a medida que crece la cantidad de usuarios, los costos de servidor y base de datos también aumentarán». Con solo una donación no es sostenible, pero confía en que el uso de la gente atraiga más inversores.

Ebriz sigue pensando en implementar varias funciones, como «un sistema de recomendaciones que liste historias similares; añadir tarjetas históricas que muestren eventos reales que ocurrieron en el mismo lugar y época que una historia. El objetivo es que sea aún más inmersivo y educativo, y que la exploración sea más disfrutable».