Borja Domecq: «Un toro de 600 kilos no debería pisar una plaza»

Mañana regresan a Las Ventas los hierros de Jandilla y Vegahermosa, que con sus seis toros traerán ilusiones renovadas que es de lo que, según afirma su mayoral Borja Domecq, viven los ganaderos. Pero Madrid no olvida y mucho menos toros como «Hebreo» (premiado con la vuelta al ruedo en 2017 y acaparador de numerosos premios).

Tras ofrecer el toro más destacado de la pasada edición de la Feria de San Isidro, su mayoral percibe que están siguiendo el camino correcto para consolidarse como ganadería de Madrid. «Este año voy a Las Ventas más tranquilo, porque la experiencia del año pasado me permite ver como algo posible lo que antes me parecía inalcanzable».

En cuanto al eterno dilema sobre el peso de los toros que se anuncian en esta plaza, se muestra firme: «Ningún toro de 600 kilos debería pisar una plaza». El ganadero defiende que aunque siempre haya casos excepcionales, es inviable que un toro de semejante valor en la báscula ofrezca la movilidad y la regularidad necesarias para posibilitar un espectáculo de calidad.

Sobre otro de los debates que habitualmente sacuden esta fiesta, Borja tampoco bacila. «Creo absolutamente en el indulto, es donde se unen la voluntad del público con la del ganadero, posibilitando la participación del aficionado en el proceso de selección que luego ejecuta el mayoral».

Pero Borja no será el único protagonista jerezano de la tarde, Juan José Padilla se despedirá del ciclo madrileño ante los toros de Jandilla, algo que su ganadero recibe con «especial orgullo», al tratarse de un torero «que estará ligado a nuestra ganadería para siempre».

El francés Sebastián Castella y el peruano Andrés Roca Rey completarán una terna internacional, que supone uno de los carteles de mayor expectación de la Feria de San Isidro 2018, siendo uno de los carteles que con mayor precocidad mostró el «No hay billetes».