Francia

La madurez de Sebastián Castella

Puerta Grande del galo en Dax; Morante cargó con un lote sin opciones

El francés alarga con un doblón la embestida del Victorino Martín que hizo segundo
El francés alarga con un doblón la embestida del Victorino Martín que hizo segundolarazon

Dax (Francia). Última de la Feria Toros y Salsa. Se lidiaron toros de Alcurrucén, Victorino Martín (2º y 3º) y Garcigrande (4º y 5º), bien presentados. En líneas generales, más deslucido el lote de Morante. Manejables, 1º y 2º; peligroso, el 3º; encastado, el 4º; 5º y 6º, a menos. Lleno en los tendidos.

Morante de la Puebla, de catafalco y oro, estocada (silencio); tres pinchazos, aviso, tres descabellos, segundo aviso, otro descabello (división); dos pinchazos, descabello (pitos).

Sebastián Castella, de celeste y oro, estocada casi entera desprendida (oreja); buena estocada (oreja); estocada caída, descabello (saludos).

Sebastián Castella, con el mejor lote de la tarde, paseó dos orejas y se llevó el interesante mano a mano que le midió ayer con Morante de la Puebla como colofón final de la Feria Toros y Salsa de la ciudad gala de Dax. Puerta grande que comenzó a fraguar en el primero de su lote, con el que Castella ofreció buen poso e imagen de torero maduro, virtud muy presente en toda su tarde, ante un toro de Victorino Martín, que se quedó con poquísima fuerza después de dos puyazos y una vuelta de campana. Por este motivo, lo cuidó al máximo para sacar todo lo que quedaba dentro. Series bien ligadas, sin someterlo, pero en las que hubo temple y buen sentido lidiador. Introdujo casi tres cuartos de la espada, suficiente castigo para despacharlo y pasear la primera oreja.

El torero de Beziers sorteó en cuarto lugar un toro de Garcigrande bien presentado y de encastado juego. Castella logró buenas prestaciones de su adversario a base de temple y mando en series de exquisito gusto. Guió su muleta con mano de hierro y guante de terciopelo para dominar la casta del astado hasta canalizarlo en buenas tandas. Lo pasaportó de buena estocada y aseguró con otro trofeo la Puerta Grande.

El tercero de su lote, con el hierro de Alcurrucén, cantó pronto su falta de raza y se rajó a las primeras de cambio. Saludó una ovación como premio a sus ganas y al conjunto de su buena tarde.

Menos fortuna tuvo un esforzado Morante de la Puebla, que no pudo repetir las mieles de su triunfo en la Goyesca de Ronda con un lote sin prácticamente opciones de triunfo pese a sus deseos. Rompió plaza un toro de Alcurrucén que tenía poco que sacar. Serio por delante, pero con poco recorrido en sus embestidas. Morante le ofreció la muleta reiteradamente e insistió en sus probaturas, pero no hubo forma de meter en el canasto a un toro que nunca quiso saber nada. Todo voluntad Morante ante un muro de nulas opciones.

Complicadísimo fue el tercero, toro muy peligroso de Victorino Martín, que echó mano a Paco Peña y a Lili en banderillas. Ambos, sin cornada, acabaron en la enfermería. El segundo de ellos, con una fractura de la muñeca izquierda. Pese a tan malas intenciones, estuvo Morante persistente de nuevo y logró robarle dos tandas muy buenas, llenas de entrega y pureza. Toreo enfibrado. Luego, no lo vio claro con los aceros y se esfumó el posible premio.

El quinto de Garcigrande tampoco puso las cosas fáciles a Morante. El diestro se mostró responsable y buscó las vueltas al animal, pero no hubo manera de sacar partido de un burel que se rajó y rehuyó la pelea. Morante desistió y tomó el camino de la espada, con la que de nuevo no estuvo fino.