Discriminación laboral

Los policías locales de Girona se disfrazan de esclavos para protestar por las horas extras trabajadas

Esperan a que el alcalde Lluc Salellas (CUP) pase por delante de ellos para lanzar sus consignas

Los policías locales de Girona se disfrazan de esclavos para protestar por las horas extras trabajadas
Los policías locales de Girona se disfrazan de esclavos para protestar por las horas extras trabajadasGoogle

Unos cincuenta policías locales de Girona participaron ayer en una protesta frente al ayuntamiento antes del pleno municipal vestidos de esclavos o con una camiseta en la que se podía leer ‘Lluc I el decretador’, en alusión al alcalde, al que acusan de obligarles por decreto a trabajar horas extras.

Sobre las 16:30 horas, cinco agentes se disfrazaron de esclavos de la época romana ataviados con túnicas blancas y cadenas o cuerdas y tiraron de un carro sobre el que iba otro compañero del cuerpo, éste con americana y con un palo, que simulaba ser el alcalde de Girona, Lluc Salellas, con la vara de alcaldía.

Detrás, se colocaron una cuarentena de policías con camisetas negras en las que podía leerse el lema de la protesta por el decreto aplicado durante las pasadas fiestas patronales de Sant Narcís.

La portavoz del sindicato SIP-Fepol, Soraya García, explicó que, como no es la primera vez que se recurre a esta solución, la plantilla ha querido denunciar ese método para obligarles a trabajar horas extras desde finales de octubre, cuando comienzan las fiestas, hasta finales de año.

García subrayó que el decreto se aprobó en contra de la voluntad de los policías, “porque no se llegó a un acuerdo”.

“Con esta acción queremos simbolizar la obligatoriedad que nos ha comportado el decreto del alcalde, obligándonos a trabajar fuera de nuestro horario laboral, en nuestras horas libres”, añadió.

Los agentes esperaron a que el alcalde pasara camino de la sala de plenos para lanzar sus consignas.

Antes de que empezara el pleno, Soraya García ha explicado el malestar que vive el cuerpo y aseguró que nunca se ha sentido como estos últimos años: “Ignorada, despreciada y menospreciada”.

Otro de los representantes sindicales intentó regalar la camiseta reivindicativa al alcalde, pero éste le recordó que “solo” les había dado permiso para hablar.

Salellas también ha asegurado que, durante estos meses, han dialogado, planteado una propuesta sobre las horas extras y trabajado para solucionar el conflicto, que se arrastra desde el anterior mandato de Marta Madrenas.