Televisión

«Britannia», esto es la guerra

La producción, que narra el enfrentamiento entre los romanos y los celtas, se estrena hoy en HBO

David Morrisey, de frente, interpreta al general romano Aulus Plautius
David Morrisey, de frente, interpreta al general romano Aulus Plautiuslarazon

La producción, que narra el enfrentamiento entre los romanos y los celtas, se estrena hoy en HBO.

Con una audiencia que se ha convertido en una depredadora de series, a HBO le urgía encontrar una ficción que ayudase a pasar el síndrome de abstinencia hasta que regrese «Juego de tronos» en 2019. «Britannia» se estrena hoy en la plataforma de «streaming» con una penitencia: que sea comparada –y, para qué engañarnos, incluso menospreciada– si se le pone frente al espejo de la ficción basada en los «best seller» de George R. R. Martin. Arrastrar ese prejuicio puede ser la gran losa de la producción. Pero hay otra piedra en su camino, la pulsión del espectador de buscar en ella lo que encuentra en «Vikingos»: secuencias de violencia salpicadas con sexo nada refinado. Sería injusto verla mientras se tiene en la mente las producciones anteriormente citadas porque, aunque hay que admitir que es deudora de ellas, tiene su propia entidad a pesar de que no posee la misma envergadura.

Entorno salvaje

Producida por Sky Atlantic, este drama histórico nace del despecho: Julio César invadió dos veces esta zona al sur de Inglaterra pero no llegó a conquistarla. Varios emperadores tuvieron esa espina clavada hasta que en el año 43 a.C. se produjo un nuevo intento durante el mandato de Claudio. Esa región tenía un halo de misterio que no tarda en presentar la producción durante las primeras y resultonas –hay que ser muy torpe para no sacar partido a esos exteriores– secuencias. Como comentó el actor David Morrisey al «Daily Mail»: «Los soldados estaban asustados ante el fracaso y, por el entorno, que consideraban extraño y salvaje». A partir de ahí la trama se bifurca: por una parte hay tribus celtas que buscan alianzas para resistir el envite del organizado ejército y no deja de lado las tribulaciones existenciales del general Aulus Plautius. Las mujeres toman el protagonismo y se ponen en modo arpía dada su querencia a la venganza y las intrigas. Ahí están Kerra, la hija del rey de los Cantli, que tiene que llegar a una «entente cordiale» con la reina Antedia para luchar contras los invasores. Los que esperen crueldad, la tendrán, así como batallas y baños de sangre tan caudalosos que podrían llenar varias piscinas. Y no faltan escenas cargadas de sexo y desnudos. El afán, como sucede en este tipo de producciones, es optar por un realismo dopado por un exceso de testosterona y estrógenos.

El factor diferencial de «Britannia» es la presencia inquietante de los druidas, que aportan buenas dosis de magia, misticismo y supercherías. Ahí está su principal atractivo, además de poseer una factura visual irreprochable que entra por los ojos. Por los oídos y el intelecto cuesta un poco más, porque el desequilibrio llega ante el contraste entre la hipnótica puesta en escena y el argumento que padece arritmias narrativas por la acumulación de personajes. Claro que, ¿quién dijo que era un problema? Como ejemplo está el multitudinario reparto de «Juego de tronos» y no hay ni un solo reproche.