Nazismo

En las entrañas del nazismo y el holocausto

Canal Historia estrena hoy una programación especial con la emisión de cuatro series documentales inéditas en nuestro país.

Imagen del campo de concentración de Auschwitz, cuyo lema en la puerta es «El trabajo os hará libres»
Imagen del campo de concentración de Auschwitz, cuyo lema en la puerta es «El trabajo os hará libres»larazon

Canal Historia estrena hoy una programación especial con la emisión de cuatro series documentales inéditas en nuestro país.

Hace unos días, Alemania rechazó la petición de indulto para un guardia del campo de concentración de Auschwitz, Oskar Groening, que a sus 96 años lo había solicitado con el fin de no entrar en la cárcel –fue condenado a cuatro en 2015– por complicidad en el asesinato de 300.000 judíos. El ahora anciano tiene aún interiorizado el cinismo y la crueldad con la que los nazis concibieron la maquinaria de asesinar más sofisticada y perversa que fue el holocausto. Bajo el eufemismo de «la solución final» a partir de 1941 se asesinaron a seis millones de personas –la mayoría judías, aunque también había gitanos y presos políticos entre otros– en 30.000 campos de concentración. El 27 de enero se celebra el Día Internacional en conmemoración a las víctimas del holocausto.

Con motivo de esa efeméride, y de la exposición «Auschwitz Exhibition» que se muestra en el Centro de Exposiciones Arte Canal Madrid, Canal Historia inicia hoy una programación especial sobre el nazismo. «Siempre hemos tenido interés en estudiar y analizar la Segunda Guerra Mundial y, en concreto, el influjo que tuvo el nazismo y sus terribles repercusiones», afirma Carolina Godayol, la directora general de Historia Channel Iberia. Más allá de la voluntad del canal, lo más importante es que los espectadores responden a estos contenidos, hasta el punto de que casi se han convertido en la columna vertebral de la cadena.

A VIDA O MUERTE

La primera serie documental que se emite es «Proyecto nazi» (de hoy al miércoles a las 22:00 horas). En esta producción de seis episodios se va a las raíces del régimen de Hitler y cómo logró que los ciudadanos de uno de los países más civilizados y cultos del mundo abrazasen sus postulados. Gracias a Goebbels, ministro de propaganda y maestro en los que ahora se llaman «fake news», se fraguó la idolatría por Hitler, la visión de los judíos como los culpables de todos los males de una Alemania que, antes de que los nazis llegasen al poder, vivía en un precipicio económico. Goebbels dijo en un discurso: «Es una lucha a vida o muerte entre la raza aria y el bacilo judío». Y así fue. También se emiten imágenes de los Juegos Olímpicos que se celebraron en Berlín, en 1936, filmados por Leni Riefenstahl. El jueves llega el turno de «Los nazis y los animales», quizá el documental más interesante porque se centra en un tema al que no se le ha prestado mucha atención: Hitler, como Goering y Himmler, eran amantes de los animales e impulsaron leyes para protegerlos. Pero sus mentes aberrantes también tenían planes para «purificarlos». Con ellos empezaron los proyectos de eugenesia. Así, se hicieron múltiples experimentos para crear al caballo de la raza más pura e intentaron resucitar al uro, extinguido en el siglo XVII, muy similar al toro.

«Viaje al interior del Holocausto» (viernes, 22:00 horas) ofrece a la audiencia las explicaciones de expertos en Historia para comprender cómo se pudo llevar a cabo esta matanza perfectamente diseñada. También muestra objetos, fotografías inéditas y filmaciones procedentes del Museo del Holocausto de Washington y el Museo Yad Vashem, en Jerusalén.

Al día siguiente, en dos episodios, «A la caza de los nazis» presenta un personaje fundamental en la postguerra: Simon Wiesenthal, superviviente de los campos de concentración que dedicó su vida a perseguir a los nazis. Gracias a él, se pudo localizar en Buenos Aires a Adolf Eichmann, responsable directo de «la solución final». No fue el único, ya que también se encontró a Franz Stangl, responsable de los campos de Treblinka y Sobibor. Ver a Joseph Mengele entre rejas fue una de sus asignaturas pendientes.

La programación termina en el principio del horror. Durante los tres episodios de «La máquina de matar de Hitler». Una de las figuras fundamentales, aunque no muy conocida, es Hjalmar Schacht, presidente del Reichsbank desde 1923 a 1930, el patrocinador de Hitler, ya que reunió fondos para sus campañas políticas y organizó una petición de los industriales más significativos de Alemania para pedir al presidente Hindenburg que lo nombrase a canciller, aunque sus diferencias con el «Führer» le llevaron al campo de concentración de Dachau.