Ocio

Televisión

“Justo antes de Cristo”: Una de romanos con acento cañí

Movistar+ estrena hoy una comedia que desacraliza gracias a un humor absurdo y surrealista las películas y series sobre el imperio que dominó el mundo

De izda. a dcha, Xoxé Touriñán y Julián López
De izda. a dcha, Xoxé Touriñán y Julián Lópezlarazon

Movistar+ estrena hoy una comedia que desacraliza gracias a un humor absurdo y surrealista las películas y series sobre el imperio que dominó el mundo.

AManio Sempronio Galba nunca se le ha dado bien tomar decisiones. Caído en desgracia, este patricio –interpretado por Julián López– con permanente cara de susto y neurótico perdido, solo tiene una forma de salvar el honor familiar: suicidarse. «Recién levantado me tengo que tomar una copa de cicuta... ¡Qué mañana me suicido sin falta!», le dice a sus parientes, que le responden: «Llevas así un mes...». Este diálogo dice mucho del tono de «Justo antes de Cristo», la nueva serie original de Movistar+, cuya primera temporada de seis episodios de 25 minutos se estrena mañana.

Situaciones descacharrantes

Para entendernos, es una ficción sobre romanos como nunca se han visto, ya que sus creadores les despojan de la valentía, la frialdad en la toma de decisiones militares y el carácter heroico que se ha visto en cientos de películas. «Por lo general, los romanos se reservaban para argumentos épicos, pero creemos que el 99 por ciento de la población serían como nuestros personajes y hablarían de cosas mundanas. Existiría un Ben-Hur entre un millón», afirma Pepón Montero («Los del túnel», 2016), uno de los creadores junto a Juan Maidagán («Camera café»).

La trama es una sucesión de situaciones descacharrantes, porque Sempronio Galba entra en la legión junto a su criado, encarnado por Xoxé Touriñán, como un elefante en una cacharrería, al tiempo que las pasa canutas. Montero y Maidagán son crueles con los personajes dentro de un orden porque, como dice uno de los directores de la serie, Borja Cobeaga, «Fe de etarras», (2017), «no les maltratan el exceso aunque, como en toda comedia, cuanto peor lo está pasando el protagonista, más se divierte la audiencia. Sin embargo, me gustaría aclarar que ''Justo antes de Cristo'' tiene su lado oscuro. Por ejemplo, con la sucesión de ejecuciones y crucifixiones te das cuenta la vida no vale nada».

López comparte esta reflexión, ya que, aunque las situaciones en las que se ve envuelto Sempronio Galba provocan la carcajada, «es un hombre que está sufriendo una depresión: le obligan a suicidarse y no le apetece; luego, le envían a la legión y tiene que estar a la altura de su padre al que llamaban el ''magnífico'' aunque no puede... Visto desde fuera es muy gracioso pero lo está pasando fatal».

Si de algo se alegra Touriñán, además de la calidad de los guiones, es de cómo se ha cuidado el aspecto visual de la ficción, «algo que no es muy habitual en la comedia. En un drama se echa el resto en los decorados, el vestuario, la puesta en escena... En una comedia como esta, de romanos, nos hubieran puesto un disfraz y un cartón detrás. Afortunadamente no ha sido así».