Lisboa

TVE gana perdiendo

A pesar del nefasto puesto, el 23 de 26 participantes, Alfred y Amaia vuelven contentos de su participación en Lisboa mientras España se desencanta del Festival.

Alfred y Amaia, los concursantes españoles en Eurovisión 2018, ayer, en el aeropuerto de Lisboa
Alfred y Amaia, los concursantes españoles en Eurovisión 2018, ayer, en el aeropuerto de Lisboalarazon

A pesar del nefasto puesto, el 23 de 26 participantes, Alfred y Amaia vuelven contentos de su participación en Lisboa mientras España se desencanta del Festival.

En casi todo lo que se refiere a Eurovisión existe división de opiniones porque se trata de algo que nace de un programa de televisión y porque aunque nos entregamos a verlo con amigos o en familia, luego nos desgañitamos, ahora también en redes sociales, contra el Festival y nuestros representantes de cada año. Es indudable que gracias a la nueva edición de «Operación Triunfo», a los españoles nos ha vuelto a picar la curiosidad y ocho millones de espectadores vimos las votaciones que dejaron nuestras expectativas –infundadas y llevadas por la personalidad de Amaia, que no por la canción– a la altura del betún.

Y en este viaje rumbo a Lisboa ha sido TVE la que ha ganado perdiendo. Ganó porque la emisión ha sido la cuarta más vista de la historia del certamen, solo superada por la de Rosa López y su «Living a celebration» (12,8 millones de espectadores) en 2002, el Chikilicuatre (9,3 millones) en 2008 y la de Beth en 2003 (8,7 millones). También se presupone que se ha ahorrado un dinero, ya que los portugueses optaron por una organización «low cost» (23 millones de euros) y nos ha costado mandar a la pareja a la capital lusa cerca de 400.000, 45.000 menos que enviar a Beth, y 26.000 menos que deleitarnos con Pastora Soler.

En el lado contrario está la sensación de que todo lo creado por «Operación Triunfo» desapareció tras los 3:15 minutos que duró la actuación de Amaia y Alfred, que fue criticada por muchos motivos: ser una de las actuaciones más melosas que se recuerdan y por la falta de fuegos artificiales –que sí adornaron el final del resto de participantes– y de escenografía más espectacular, lo que por cierto le ha costado más de un reproche al director de Gestmusic, la productora de «Operación Triunfo», Tinet Rubira, que ya ha asegurado molesto en twitter que «hasta aquí mi participación e implicación personal y profesional con Eurovisión. No habrá otra vez. Gracias a todos y suerte».

Puñetazo a un «Javi»

También ha perdido TVE por el varapalo en redes sociales que se ha llevado Toñi Prieto, directora de entretenimiento de la cadena pública, a la que han pedido que dimita incluso en persona cuando se tomaba un café en el aeropuerto. Ni siquiera se ha librado del golpe eurovisivo, éste físico, el profesor de la academia de «triunfitos», Javier Calvo, que relataba en las redes sociales cómo se había llevado un puñetazo en la cara de un portugués sin que se sepa a qué se debió.

Otra ocasión perdida para TVE, que no entiende que nadie culpe a Amaia y Alfred de la derrota en un festival que este año sí queríamos ganar.