Liz Taylor no pasó desapercibida durante las 24 horas que estuvo en San Sebastián

Elisabeth Taylor y el espejo de tres cuerpos que pidió en el hotel María Cristina

La actriz pidió que se lo colocaran en su habitación para poder acicalarse durante el Festival de Cine de San Sebastián. Sin embargo, nunca llegó

Elizabeth Taylor apenas pasó 24 horas en San Sebastián. Corría 1973 y su llegada ya empezó con mal pie: le perdieron el equipaje en el aeropuerto y tuvo que baja del avión con lo que llevaba puesto. Así, enfundada en unos vaqueros y con una gorra, se plantó en el hotel María Cristina (Paseo República Argentina, 4). Desde su inauguración, en 1912, este establecimiento ha estado íntimamente ligado al acontecer histórico y cultural. La actriz ya forma parte del mismo, aunque quizá más por sus exigencias que por su presencia. De todas, llamó la atención del personal solo una: quería un espejo de tres cuerpos en su habitación para poder acicalarse para el Festival de Cine. Una petición que fue imposible de satisfacer en su corta estancia. No obstante, la protagonista de La gata sobre el tejado de zinc improvisó un sari con el que lució un estilo exótico y original que pasó a la historia. Además, las crónicas de la época señalaron que, nada más llegar a la suite, quiso cambiar todo el mobiliario, aunque esa costumbre era más propia de otra estrella: Bette Davis.

Su envidiable ubicación junto al río Urumea y sus impresionantes vistas al mar convirtieron a esta obra del arquitecto francés Charles Mewes –responsable también del Ritz de Madrid y París– en el alojamiento favorito de la alta sociedad internacional en la ciudad. De hecho, lo fue desde su origen, transformando a esta localidad de pescadores en una urbe cosmopolita que requería de modernas instalaciones de lujo para satisfacer las exigencias de sus clientes más exquisitos. Entre ellos, León Trotsky, Mata Hari, Maurice Ravel, Coco Chanel, Audrey Hepburn, Steve Spielberg y Mick Jagger.

La primera celebridad internacional que se alojó en él fue Gloria Swanson, la Norma Desmond de El crepúsculo de los dioses. A partir de ahí, todas las estrellas que han acudido a la cita cinéfila se han hospedado en este lujoso hotel. Algunas muy discretas y sin ayudantes, como Michael Fassbender, que llegó al hotel conduciendo su propia moto. Y otras que decidan postergar su estancia, sin avisar, cuando conocen los encantos de la ciudad y se enamoran de ella, como Glenn Ford. Aunque también de sus habitaciones: decoradas con sobriedad y elegancia, y que cuentan con todas las comodidades y categorías para cualquier gusto: deluxe, premium y suites.

Si viaja en familia, también puede optar por las más espaciosas y con excelentes camas para los más pequeños. Todas las suites con terraza son espectaculares por sus vistas pero, sin duda, la más especial es la llamada Bette Davis. En ella, decorada con fotos suyas de su estancia en San Sebastián, se alojó la actriz en 1989, en la que fue su última aparición pública.

Alta cocina

Uno de los principales atractivos de San Sebastián es su gastronomía. En el hotel se puede disfrutar de la alta cocina donostiarra desde el desayuno en el restaurante Easo, hasta la cena en su restaurante Café Saigón. Otra de las perlas del es el Bar Dry San Sebastián, en el que personalidades de todas las épocas se han citado para disfrutar de una copa. Desde hace tres años, el hotel ha incorporado además un nuevo concepto de restaurante que ha encantado a los comensales más exigentes que buscan platos con firmas Michelin, abriendo verano tras verano un restaurante pop-up capitaneado por un chef de renombre. Durante 2016 y 2017 estuvieron bajo la tutela de Hélène Darroze, la chef francesa que ha recibido dos estrellas por su restaurante de Londres y una por el de París. Su visión personal de la cocina vasca y el uso de ingredientes locales y de temporada le concedieron el unánime aplauso del público. Ya sea para tomarse un cóctel, degustar una cena de haute cuisine o para aprender los secretos de la cocina vasca tradicional, el María Cristina es siempre un referente.