Escapadas

Cabeza Líjar, una ruta madrileña con encanto de 360 grados

Naturaleza, historia y montañismo se dan la mano en esta ruta por la Sierra de Guadarrama

Un senderista en la Sierra de Guadarrama
Un senderista en la Sierra de GuadarramaRafael BasanteEuropa Press

El movimiento de las nubes y la dirección del cálido viento de verano, nos dice a su manera que ha llegado el momento para una nueva aventura, nos dice que el tiempo es perfecto para dejarnos llevar e iniciar una ruta madrileña muy original.

Y es que la Comunidad de Madrid es una gran anfitriona para todo menos para el aburrimiento, incluso en verano, ofrece una variada lista de actividades al aire libre ideales para conectar con la naturaleza. Con el mapa en la mano, esta vez nos dirigimos a la Sierra de Guadarrama, uno de los paraísos verdes más majestuosos de la región. Por ello, escaparse para hacer este itinerario es un planazo de diez.

Dentro de este espacio, los caminos y rutas de senderismo son innumerables, pero en esta ocasión, conoceremos una de las rutas con mayor encanto, que es Cabeza Líjar. Una de las razones que convierten esta ruta en una de las favoritas, se debe a que el trayecto te permite apreciar majestuosas vistas 360º que te dejarán con la boca abierta. El trayecto puede tener distintos puntos de partida dependiendo de la longitud que se desee hacer, lo más frecuente es hacer una ruta de dificultad media que sale del Alto del León. Para quienes vayan en coche, se puede aparcar en el parking del restaurante que hay en este punto y después coger el camino que discurre a su derecha.

En general, el camino es sencillo, con un poco de dificultad en el último tramo que comprende el ascenso hacia el mirador, debido a que es bastante rocoso. La distancia total de esta primera opción -de ida y vuelta- son alrededor de 10 kilómetros. Asimismo, para los exploradores con experiencia, también se puede emprender otra ruta desde el embalse de la Jarosa (comprende unos 17 kilómetros aproximadamente) y partiendo desde Peguerinos en Ávila (20 kilómetros). Los apasionados de la fotografía, tanto como los amantes del senderismo, tendrán los mejores ángulos para capturar un día memorable.

Pero, sin ser suficiente tanto esplendor, la excursión tiene mucho más que ofrecer. Para quienes disfrutan de la historia y cultura, en Cabeza de Líjar tendrán la oportunidad de conocer el lugar donde los primeros excursionistas del momento empezaron a explorar a finales del siglo XIX. Según relata la historia, los primeros exploradores alemanes que residían en la capital se acercaban a este paraje para disfrutar de una afición que empezaba a cobrar auge en Centroeuropa: el montañismo. Los españoles por aquel entonces veían este deporte como un entretenimiento de ricos extravagantes, aun así, en este terreno se conformaron las primeras sociedades de alpinismo de la sierra de Madrid.

Otro dato interesante de su fama, se remonta a la época de la Guerra Civil, en los años 30, ya que fue una zona estratégica de defensa. Precisamente, en medio del camino se pueden ver varias construcciones, entre ellas, el búnker de vigilancia y refugio. Desde este punto “clave” se puede observar la unión entre Madrid, Segovia y Ávila.

Además, al alcanzar esta cima, haciendo un recorrido panorámico con la vista, se puede ver el Cerro de Salamanca, el Collado del Hornillo, Siete Picos, la Bola del Mundo, la Peñota, Guadarrama o el Pantano de La Jarosa, entre otros. Desde la cimera, para regresar, se puede continuar por el camino GR10, en dirección a El Escorial -a través del monte Abantos- o retomar el mismo camino en sentido contrario.

Con el reto cumplido, es tiempo de recargar energías y disfrutar de la gran variedad de la gastronomía de la localidad, donde la recomendación son las carnes, los asados y por supuesto, un buen vino. En definitiva, esta será la mejor recompensa para un día diferente en Madrid, donde dejarse llevar es un acierto infalible.