Viajes
Catania, arte a la sombra del Etna
En Sicilia la ciudad de Catania invita al viajero a una inolvidable escapada primaveral entre el volcán Etna y el mar Jónico
Enclavada entre uno de los volcanes más activos de Europa, el Etna, y el mar Jónico, se alza la siciliana ciudad de Catania, un destino perfecto si se está pensando en realizar una escapada primaveral que aúne naturaleza, historia milenaria y una bonita arquitectura. Y es que el bello contraste del volcán y las azules aguas jónicas, sumado a históricos edificios barrocos, es un acierto seguro para unos días inolvidables.
Por otro lado, más allá de sus atractivos, en primavera las temperaturas allí son suaves y no son frecuentes las lluvias, a lo que hay que sumarle que no hay masificaciones, algo idóneo para disfrutar de este paraíso al cien por cien. Un escenario muy tentador para, en estos meses primaverales, subir a un avión rumbo a Catania, ¿verdad?
Aquí van algunos de sus imprescindibles, pruebas de que Catania es una elección de viaje que ofrece mucho. La primera parada es la Piazza del Duomo, en el mismo corazón catanés. Presidida por la imponente Catedral de Santa Ágata, es la plaza más importante de la ciudad y uno de los lugares más frecuentados y fotografiados por los viajeros. En ella se encuentra el famoso U Liotru, también conocido como Fontana dell’Elefante, todo un símbolo de Catania y Sicilia. Como ocurre en el centro histórico de Catania, el barroco siciliano y la piedra lávica, con un tono grisáceo muy particular, son características que le otorgan una belleza única.
Volviendo a la catedral, destaca de ella su distintiva combinación de mármol blanco y gris en su fachada, adornada también con columnas de dos órdenes diferentes y con una escultura de Santa Ágata. Cuando se entra en ella, uno se sumerge en un mar de serenidad y belleza, a la vez que deleita la vista con una buena cantidad de frescos y pinturas. Dentro se encuentra un sarcófago romano con restos de algunos de los soberanos de la Corona de Aragón, y en el ábside derecho la capilla de Santa Ágata.
Otro de los imperdibles de Catania es el Teatro Romano y el Odeón, ambos en Via Vittorio Emanuele II, en el corazón de la ciudad. El Teatro Romano, de época imperial, se extiende a lo largo de 102 metros y podía llegar a albergar a más de 7000 espectadores; estar en él es retroceder en el tiempo y adentrarse en la grandeza del antiguo Imperio Romano. El Odeón, más pequeño y situado al lado, es igualmente impresionante, de hecho, dos mil años más tarde sigue siendo utilizado para conciertos y espectáculos de danza.
Entre los obligados de Catania se encuentra también el Monasterio de San Nicolò l’Arena. Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y ofrece visitas guiadas con las que ver la cocina y bodegas del siglo XVI. Su claustro es un oasis de paz y solemnidad.
A tan solo 9 kilómetros al norte, espera el Aci Castello, un castillo normando del siglo XI que emerge majestuoso sobre las aguas cristalinas del mar Jónico. Es, sin duda, una visita obligada cuando se viaja a Catania. Dentro de sus muros, el Aci Castello alberga un museo que exhibe fascinantes restos arqueológicos de los periodos prehistórico y medieval. No se puede visitar este monumento sin contemplar las vistas panorámicas desde lo alto de sus murallas. Desde allí, el mar se extiende hasta el horizonte, bañando las rocas y acantilados que rodean el castillo. Es una de las imágenes más bonitas de la provincia de Catania.
Desde Acireale a Castelmola
Una vez explorados los encantos de Catania y el emblemático castillo, es momento para seguir descubriendo la costa este de Sicilia con una ruta a algunos de los lugares más fascinantes y bonitos de la isla.
Como punto de partida del itinerario, la comuna de Acireale, en ella una maravillosa arquitectura barroca sobresale por encima de todo lo demás. Famosa por su carnaval, el más bello de toda Sicilia, este pueblo, en la provincia de Catania y muy cerca del Etna, cuenta con algunos atractivos muy interesantes, como la Iglesia de San Sebastián y la Catedral, famosa por sus dos campanarios idénticos. A los pies de Acireale, se ubica la reserva natural de La Timpa.
Continuando el recorrido, esta ya más alejado de Catania, en la provincia de Mesina, una parada muy interesante es Giardini-Naxos, famosa por sus hermosas playas de arena dorada y aguas cristalinas. Aquí es posible relajarse bajo el cálido sol siciliano, nadar en el mar turquesa o disfrutar de un delicioso almuerzo en uno de los encantadores restaurantes frente al mar. Es un paraíso perfecto para desconectar y disfrutar de la serenidad de la costa siciliana.
No muy lejos de la anterior, está Taormina, una ciudad pintoresca calificada como la «más elegante de Sicilia». Está situada en lo alto de un acantilado y con sus estrechas calles empedradas, sus encantadoras boutiques y sus impresionantes vistas del mar y el paisaje circundante desde el antiguo teatro griego es capaz de seducir a cualquier viajero.
La última parada es en Castelmola, una joya medieval encaramada en lo alto de una colina sobre Taormina. Visitar su castillo es disfrutar de unas panorámicas impresionantes del mar y la costa, y dejarse envolver por la historia y la cultura de este encantador pueblo siciliano. Desde el mirador de la plaza Sant'Antonino hay unas vistas maravillosas de Taormina y la costa jónica.
Lo cierto es que la ciudad de Catania no solo es un destino perfecto para una escapada primaveral, también resulta ideal para comenzar a explorar el irresistible encanto de Sicilia. Sin duda, un viaje a Catania no defrauda nunca.
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