Cine

La distopía de ciencia ficción más sorprendente: una joya futurista que está injustamente olvidada

Dirigida por Neill Blomkamp, esta película explora un futuro en el que la desigualdad ha alcanzado su punto máximo

Matt Damon interpreta a Max Da Costa, un obrero que lucha por sobrevivir en un futuro dividido por clases
Matt Damon interpreta a Max Da Costa, un obrero que lucha por sobrevivir en un futuro dividido por clasesDifoosion

En un futuro no tan lejano, la humanidad se encuentra dividida por una línea tan fina como brutal: la que separa a los privilegiados del resto. Dirigida por Neill Blomkamp, Elysium se sumerge en esa fractura social con una fuerza visual apabullante que sigue siendo capaz de sorprender. Además, la película no tarda mucho en hacer constatar su mensaje: mientras unos viven en una estación espacial donde no existe la enfermedad ni la pobreza, la mayoría sobrevive en una Tierra devastada por la desigualdad.

Ambientada en el año 2154, Matt Damon es el protagonista de la cinta como Max Da Costa. El personaje actúa como un peón que representa a millones: los que cargan con el peso de un sistema que nunca fue diseñado para ellos. Tras un accidente que lo condena a muerte, Max se aferra a una última esperanza en una misión que podría igualar el juego entre ricos y pobres. Lo cierto es que el apartado visual es un aspecto a destacar, ya que está envuelto en la estética de ciencia ficción distópica.

Una mirada crítica al sistema

Uno de los logros de la cinta se encuentra en ese particular diseño visual que da coherencia a su universo. De hecho, el contraste de la miseria de la Tierra y la pulcritud de la estación espacial se construye con un nivel de detalle sobresaliente. Los efectos especiales también contribuyen a crear un entorno que, aunque futurista, resulta inquietantemente verosímil.

Lo más curioso es que Neill Blomkamp no inventa una realidad imposible, sino que simplemente utiliza la ciencia ficción como excusa para construir un reflejo de nuestro mundo. Las barreras migratorias, la concentración de la riqueza y el poder de las corporaciones son elementos que tienen un peso total en la producción. El resultado es un espejo que muestra demasiado de lo que ya somos. Eso sí, lo hace de la forma más espectacular.

Elysium es una de esas películas que han adquirido un valor especial en el género de ciencia ficción. Puede que en su momento pasase relativamente desapercibida entre la crítica y el público, pero la realidad es que es una propuesta con la que es imposible aburrirte. Con el tiempo, Elysium se ha convertido en una obra injustamente infravalorada. Aunque no alcanzó el impacto de Distrito 9, que proviene del mismo director, sí que merece una nueva oportunidad.