
Cine
Esta obra maestra de ciencia ficción inspiró a medio Hollywood: el clásico que marcó el camino a seguir
Dirigida por Stanley Kubrick, esta obra maestra desafió los límites de la narrativa cinematográfica con un retrato perturbador sobre la libertad

Cuando La naranja mecánica se estrenó en las salas de cine en 1971, nadie pudo pasarla por alto. Era una clara declaración de intenciones. La película que dirigió Stanley Kubrick no fue concebida únicamente como un relato de violencia y juventud descontrolada, sino como un espejo inquietante sobre los dilemas que pueden implicar la libertad y la manipulación social. Sin exagerar, uno de los filmes más reconocidos e influyentes de la historia del cine. También uno de los más polémicos.
Adaptada de la novela homónima de Anthony Burgess, la historia sigue a Alex DeLarge, un joven cuya vida da un giro radical cuando el Estado decide "corregirlo" a través de métodos extremos de control psicológico. Un aspecto crucial que marca la tónica de la cinta es su narrativa tan provocadora, pero también cómo el cineasta es capaz de obligar al público a cuestionarse todo aquello que conoce.
Stanley Kubrick en su versión más controvertida
Cada escena funciona como un momento que se convierte en un desafío a la comodidad moral. A lo largo de los años, su influencia se ha sentido en Hollywood de formas que pocos filmes pueden reclamar. Desde la estética de la violencia hasta la exploración de personajes que tienen una línea moral tan ambigua, esta película sentó precedentes que cineastas de géneros variados replicarían, reinterpretarían y, en ciertas ocasiones, homenajearían.
Desde su estreno, el filme ha generado debate y polémica por su representación explícita de la violencia. De hecho, fue su capacidad de incomodar la que abrió un camino para historias más atrevidas. Esos extraños casos en los que la línea entre el héroe y el villano es deliberadamente difusa y donde el público se ve obligado a confrontar el sentido de lo que se supone que es correcto.
Más allá de su impacto cultural, el filme sigue siendo interesante por el estudio que supone de la humanidad. La transformación de Alex, de un joven hedonista a un sujeto que está domesticado por el poder, supone un debate no caduco sobre la identidad y el lugar que ocupa la ética en la sociedad.
Después de todos estos años, La naranja mecánica sigue siendo una obra maestra que no se olvida fácilmente. No es solo un clásico del cine; es un recordatorio de que el arte puede ser provocador e inspirador a partes iguales. Inspiró a medio Hollywood, desafió la censura y sigue siendo un referente obligado para aquellos que buscan entender cómo el cine puede alterar la forma en que entendemos el mundo. Puedes encontrarla en Movistar Plus+.
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