
Recomendación serie
Una de las series más bellas y melancólicas de la ciencia ficción reciente: cada episodio es una obra de arte
A pesar de basar su historia en elementos solo posibles en la ciencia ficción, su trama no se centra en las máquinas ni mucho menos

En la ciencia ficción contemporánea, pocas obras han logrado unir la tecnología y la emoción humana con extremada delicadeza. Por eso las apuestas que, a diferencia de las producciones centradas en la acción o los grandes efectos visuales, eligen un ritmo pausado y contemplativo son de valorar, sobre todo cuando consiguen que la historia funcione como un espejo que refleja nuestras preguntas más íntimas.
En este contexto existe una serie que es casi una experiencia sensorial. Sus imágenes evocan la soledad de los paisajes invernales y la melancolía de los días que se desvanecen, y su trama avanza con episodios que se sienten como una pequeña pieza de poesía visual, donde lo imposible se entrelaza con lo cotidiano hasta volverse indistinguible.
Historias del bucle, la ciencia ficción más humana
Inspirada en las ilustraciones del artista sueco Simon Stålenhag, Historias del bucle nos transporta a una pequeña localidad donde los habitantes viven junto a una misteriosa máquina subterránea, conocida como “el Bucle”. Este artefacto, diseñado para explorar los secretos del universo, provoca alteraciones en la realidad que afectan la vida de quienes lo rodean.
Lejos de centrarse en la explicación científica, la serie se detiene en las consecuencias emocionales de cada fenómeno. Robots, viajes en el tiempo o cuerpos intercambiados no son el centro del relato, sino excusas para explorar la condición humana. Su estilo visual, minimalista y profundamente atmosférico, recuerda por momentos a películas otras producciones como La llegada, donde la ciencia ficción sirve para hablar de sentimientos y no de máquinas.
Disponible en Prime Video con una sola temporada, Historias del bucle es una de las series más bellas y melancólicas de los últimos años, una reflexión sobre la conexión, el destino y la fragilidad de la existencia.
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