Eurocopa

Liverpool

Los 10 mandamientos de Del Bosque

Vicente del Bosque participa a una rueda de prensa en Salvador de Bahía (Brasil).
Vicente del Bosque participa a una rueda de prensa en Salvador de Bahía (Brasil).larazon

«En el fútbol hay ciclos y éste es el del fútbol español, pero no seamos empalagosos», dice el seleccionador español.

Sobre la hierba, ese tapete verde donde la Selección se entrena, Vicente del Bosque no prescinde nunca del balón, del suyo. Repartidas las funciones, los papeles y los deberes, que sus ayudantes vigilan como si fuera día de examen, el seleccionador intenta hacer malabares con la pelota, que siempre fue su amiga. Tres, cuatro, cinco toques de cabeza, un paseo, una charla, un consejo y vuelta a empezar. Tan reconocible es en el terreno de juego, con botas, con chándal, con parca si el frío arrecia, como fuera de él, donde rara vez comparece sin corbata. Y no es porque el título de marqués exija terno de gala. Es que Vicente del Bosque es así desde que jugaba en el Real Madrid. Son costumbres, hábitos adquiridos a lo largo del tiempo que en su faceta de entrenador han ido evolucionando conforme a la modernidad que exige cada momento –que el librillo del maestro nunca se apolilló– y a las nuevas tecnologías. Pero hay factores inalterables, reglas, acuerdos tácitos, un guión subliminal que perduran como los diez mandamientos del seleccionador.

1. El estilo no es negociable.

Heredó de Luis Aragonés que está en los cielos una de las generaciones más talentosas del balompié español y una forma esencial de plasmar el fútbol, también conocida como tiquitaca. Enterrada la furia y archivada la histórica petición de Belauste a Sabino, «a mí el pelotón, que los arrollo», España ofició el segundo acto de una época sin igual en Suráfrica, con Vicente del Bosque en el banquillo. Dejó constancia de que, con el estilo de «La Roja», el triunfo de su antecesor en la Eurocopa de Austria y Suiza no fue casual sino el principio de la edad de oro con ligeras variaciones en la alineación, jamás en el estilo. Dos años más tarde, en 2012, en un país que se debate entre prorrusos y los ucranios de después de la URSS, obtuvo el tercer título. Ahora, en Brasil, persigue exactamente lo mismo y con esquemas e individuos muy parecidos.

2. El doble pivote.

Cuando España perdió el primer partido del mundial surafricano contra Suiza, por 0-1 y después de haber generado en torno a las dos docenas de ocasiones de gol, el planteamiento de Vicente del Bosque rechinó por el empleo del doble pivote. Lo discutió Luis, quien con los resultados sucesivos se avino a razones. Al día siguiente de la derrota, Del Bosque puso a Busquets como ejemplo de la clase de futbolista que a él le hubiera gustado ser. Con Xabi y Busquets, el doble pivote tan irrenunciable como el tiquitaca, la Selección ganó el primer mundial de su historia, repitió éxito en la Eurocopa dos años después y se ha plantado en Brasil sin fisuras, pero con reservas, la inquietante pubalgia del barcelonista y los años del tolosarra.

3. El plus Diego Costa.

Un país de emigrantes como es España, en ocasiones se vuelve intransigente con los trabajadores que llegan de fuera. Incomprensible. En una Selección que acogió a Puskas, Di Stéfano, Kubala, Catanha, Donato o Senna, la convocatoria de Diego Costa ha sentado como un tiro en determinados sectores. Han cogido ojeriza al hispano brasileño y han arreciado sus críticas –porque siempre son los mismos– contra el seleccionador. ¿Qué aporta Costa a la Selección?, se preguntan. Una variante, la alternativa del pase largo a la espalda de la defensa que ha convertido al jugador del Atlético en protagonista principal de su equipo y de la temporada.

4. Orden en los partidos.

No es partidario Del Bosque de la confrontación desatada, de esos encuentros de ida y vuelta, descontrolados, que sólo pueden dar disgustos. Por eso prefiere jugar contra equipos cerrados, aunque cueste más derribar las barreras o someter a un grupo de once jugadores colgados del travesaño. Partidos así son los que fomentan la monotonía del tiquitaca porque el balón sólo puede ir de un lado a otro del campo, siempre conducido por los españoles, con la dificultad añadida de abrir cerrojos monumentales. Pero con orden y paciencia se consigue; aunque los marcadores no sean goleadas.

5. La estrella, el estímulo.

Cuando el seleccionador reunió a los internacionales en una primera convocatoria de 30, observó que la mirada de algunos no desprendía los destellos de antaño, como si hubieran perdido ambición. Bastó avanzar hacia Brasil, reunir a los 23, compartir entrenamientos y jugar un par de amistosos para verificar que el hambre de esta Selección permanece. De ahí que Del Bosque manifestara que la estrella de campeones que lucen en su indumentaria es un estímulo, lo que necesitan para conseguir otra.

6. Valorar al adversario.

No se fía, Vicente ha sido futbolista antes que seleccionador e igual que sabe que el Madrid de los García estuvo a punto de ganar una Copa de Europa al Liverpool, de no haber sido por aquel maldito gol de Kennedy, cualquiera te puede hacer un roto, o Grecia ganar una Eurocopa. «Vamos a luchar contra países que son la leche y no podemos engañar a nadie, por mucho potencial que tengamos» (Del Bosque «dixit»).

7. No vender humo.

«Lo más normal es que no quedemos campeones del mundo», advierte el seleccionador, «y yo sería el tío más tonto si dijera que vamos a ganar el Mundial», sentencia. Lo que no significa que haya dejado de creer en las posibilidades de España, «una de las favoritas», sin duda, pero hay otros combinados que también han preparado la cita con esmero, incluso con más tiempo que «La Roja», y Brasil es el ejemplo.

8. Saber ganar y saber perder.

«En el fútbol hay ciclos y éste es el del fútbol español. Negarlo no tendría sentido. Pero tampoco seamos empalagosos creyéndonos los mejores del mundo». Lo que viene a decir Vicente es que hay que saber ganar y saber perder, disfrutar de las victorias con deportividad y asumir las derrotas con humildad.

9. Certezas pocas, pero seguras.

«Tenemos que creer en nosotros mismos; pero no creernos los mejores. Eso me repatea. Además, aquél que sólo presume de saber de fútbol, probablemente no sepa ni siquiera de fútbol», ha dicho Del Bosque en LA RAZÓN. Sabe lo que quiere y cómo lo quiere, y sabe que en el fútbol no hay que hacerse demasiadas ilusiones porque manda el balón.

10. Aislarse del entorno.

Ha librado duras batallas para que las diferencias entre el Madrid y el Barça no fueran obstáculos insalvables. No elude los problemas, no deja que se pudran, los afronta y sabe cómo aislar a sus jugadores de todo lo que los rodea para que en el Mundial sólo piensen en la Selección.

Vicente del Bosque

Nacido: Salamanca 23 / 12 / 1950

Estatura: 1, 85 m. Partidos en la Selección como jugador: 18

Dos títulos como seleccionador: el del Mundial de Suráfrica, en 2010, y el de la Eurocopa de Ucrania-Polonia, en 2012.

Lo mejor

En los 85 partidos que ha dirigido a España ha obtenido el mayor porcentaje de victorias en la historia de los seleccionadores que le precedieron en el cargo: un 80,17%.

lo peor

La Copa Confederaciones, precisamente en Brasil. Perdió España la final por 3-0 contra el equipo anfitrión. No se dieron las mejores circunstancias para salir airosos de aquel reto.