Sucesos

Diana Quer

“El Chicle” pudo hundir el cuerpo de Diana dos veces

Los investigadores creen que regresó a la nave y la vio flotando. En el pozo había cuatro lastres

José Enrique Abuín Gey, «El Chicle» volvió a la escena del crimen, según los investigadores. Aunque la misma madrugada del 22 de agosto de 2016 cuando, tras cometer la presunta agresión sexual y asesinato de Diana Quer, la tiró al pozo de la nave de Asados, el acusado habría vuelto al lugar unos 20 días después. La defensa niega este extremo pero las periciales que comienzan a partir de hoy, en el juicio que se está celebrando desde la semana pasada en los juzgados de Santiago de Compostela, podrán determinar por qué creen que el cuerpo estuvo «en superficie» varios días. Eso lo determinará la ciencia, pero mientras ya lo han explicado los investigadores que ayer declararon en el último día de testificales. Los «nueve» del jurado tuvieron que ver ayer, en al quinta sesión del juicio, todo lo que se encontró en la escena del crimen. Tras drenar el pozo, todo lo que había allí, además de las pertenencias de Diana (su bolso de Ives Saint Laurent, un desodorante y unas gafas de sol, además de su tanga) los agentes de la Guardia Civil encontraron otros dos lastres que no eran a los que estaba atada Diana para evitar que emergiera del fondo de aquel pozo donde permaneció sumergida 497 días.

Inspección ocular

Su cadáver fue lastrado con dos bloques cerámicos unidos por un cable de transmisión de datos por red que, según los investigadores, no era como los de la nave de Asados. Sin embargo, en una inspección ocular posterior, los agentes sí hallaron este tipo de cable en las oficinas de la primera planta aunque está numerado y «defiere en unos 3.000 números» del usado por Abuín. Pero además del lastre que cumplió su función (tenía un cable que lo unía de entre 9 y 10 metros), en el fondo del pozo se localizaron otros dos lastres unidos por un cable eléctrico normal, según declaró ayer uno de los agentes que realizó el registro fotográfico del levantamiento del cadáver.

El agente explicó que el cuerpo de Diana, totalmente desnudo, estaba lastrado por dos bloques de material cerámico, de 18 kilos de peso. Pero también salió a relucir, de nuevo, la famosa brida que, para la acusación es el arma homicida y para la defensa se trata solo de basura que había en el pozo y se le quedó enganchado al pelo de manera fortuita. El agente dijo ayer que le parecía «muy poco probable» que esto pudiera ocurrir. La brida tenía una cincunferencia muy pequeña y le sobresalían unos 46 centímetros de cinta. «Dudo mucho» que se enmarañara al pelo, dijo el agente.