Actualidad

El mundo según los niños: “Los políticos no son de fiar”

Un informe de Unicef desvela las principales preocupaciones de los menores: el clima y la violencia de género. Huyen de la política, desconfían de las instituciones y sueñan con ser médicos. «A los políticos solo les interesa el dinero», sentencia

El mundo según los niños
El mundo según los niñoslarazonlarazón

La generación Z es feminista, concienciada con el cambio climático, está muy despegada de las instituciones y no confía en la clase política. Este es el resumen que se desprende del Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia 2019 realizado por Unicef, que fue presentado ayer como preámbulo del Día Universal del Niño que se celebra hoy. Una radiografía en profundidad a nuestros menores que se ha realizado entre aquellos que tienen entre 11 y 18 años en 133 centros educativos de toda España. Casi uno de cada cuatro asegura que lo que más le preocupa en la actualidad es la escuela a diferencia del conjunto de la sociedad que hace mayor hincapié en el dinero, la economía y la política.

Precisamente en este último aspecto, más del 80 % de los encuestados asegura que los políticos no son de fiar y que solo se interesan por el dinero. En LA RAZÓN ampliamos el rango y también preguntamos a los más pequeños qué piensan de nuestra clase política y los resultados han sido similares a los plasmados por la organización infantil de Naciones Unidas. Asier Moneo Bonilla, de 6 años, reconoce que no sabe muy bien qué hacen los políticos, pero « sé que cuando vamos a votar a mi colegio es para elegirlos. He visto que salen mucho en la televisión y en los periódicos y por eso creo que deben ser muy importantes», reconoce. Nos hace un dibujo de lo que para él representan los diputados, mientras nos reconoce que para él, su verdadero héroe es «Rayo Mcqueen, porque es el coche más rápido de todas las carreras y siempre intenta ayudar a sus amigos. También me gusta mucho la Patrulla Canina porque viven muchas aventuras y siempre consiguen salvar a los que están en peligro». Eso sí, cree que «por lo general» los políticos son buenos «porque hacen cosas buenas por nuestra ciudad, como colegios y hospitales». Aunque si tuviera que elegir profesión, se quedaría con la de futbolista.

Médicos y policías

Según el Barómetro presentado ayer, el trabajo más idealizado por los menores es el de médico, seguido del de policía y maestro. Sin embargo, a Martina, de 6 años, no le desagrada la idea de ser política «porque ganan mucho dinero y salen por televisión», dice. Ellos no son sus héroes, lugar que ocupa su padre, pero cree que los políticos hacen muchas cosas buenas. Jaime, que ha cumplido ya los siete, disiente de la pequeña. Él nos dibuja un hombre cargado de billetes, los cuales van cayendo de su maletín. Ésa es la imagen que él tiene de la política, por eso, dice que no es una profesión que vaya con él. «No son buenos», reconoce. Frente a la política, que provoca bastante desafección entre los menores, el tema de la desigualdad de género y la violencia machista es observada con «mucha preocupación» por nueve de cada diez niños. Más del 80% piensa del mismo modo en relación al racismo y las desigualdades económicas o el deterioro del medio ambiente.

El 64% de los encuestados rompen moldes cuando afirman que la presión social por tener un aspecto físico atractivo les preocupa «poco o nada», una respuesta que contrasta con el afán de la juventud por su imagen a través de las redes sociales. En cuestión de género, las chicas manifiestan una mayor preocupación por la diversidad sexual, la violencia machista y temen los peligros que pueden derivar de un mal uso de internet y las redes sociales.

Pero, ¿se ajusta a la realidad este estudio o es una muestra que no encaja con el sentir de la mayoría de los menores? «Los sujetos analizados en este Barómetro se incluyen dentro de los ‘‘tweens’, que viene de ‘‘between’’, es decir los menores que se encuentran entre la adolescencia y la niñez, los preadolescentes. Podemos definir lo que es una generación a un grupo de personas con una serie de preocupaciones comunes y a lo que une a éstos es la lucha contra el cambio climático y la violencia machista», explica Juan María González-Anleo, doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca y experto en Juventud y Sociedad por la UNED.

«Burbuja rosa»

Para él, esta generación Z «no participa en las organizaciones, en las instituciones y esto es algo muy español porque se aprende en casa. Si ve que sus padres acuden a organizaciones los fines de semana ellos tendrían una alta conciencia de participar en grupos mayores, pero no participan y no confían en los demás», añade. Es más, apunta un interesante dato: «Los jóvenes españoles junto a los polacos son los que menos confían en los demás». En relación al desinterés por las instituciones, González-Anleo destaca que esta tendencia ya comenzó entres 1999 y 2005, cuando se produjo «el gran bajón». Y es que para él, esta generación «vive en una burbuja rosa» la cual ha sido generada por sus propios padres. «En el Barómetro de Unicef se asegura que la mayoría de ellos se consideran felices, pero, sinceramente, desconfío de los barómetros de la felicidad», apunta el experto. Los datos que arroja el informe es que los niños y niñas que han participado en la encuesta valoran «positivamente su vida», asignándole 7,6 puntos sobre 10, y muestran un índice de calidad de vida elevado, situándose en casi 7 puntos sobre 10.

«Tenemos un punto de vista distinto al de los adultos, por ejemplo vamos en bici o y nos fijamos en unas cosas y pedimos zonas seguras; podemos aportar mucho para mejorar las cosas», asegura Yago, de 14 años, uno de los menores que acudió a la presentación del estudio de Unicef. Cuando esta concienciada generación llegue a edad adulta podrá comprobarse si sus intenciones se convierten en acciones o si estas primeras eran tan solo eran cosa de niños.