Descubre los trucos caseros para ahorrar mucho dinero con las averías de tu lavadora

Aunque las lavadoras están diseñadas para limpiar, con el tiempo acumulan suciedad y humedad que pueden afectar la calidad de la colada. Descuidar el mantenimiento adecuado puede llevar a la formación de moho y malos olores, además de atraer plagas como el pececillo de plata. Para una limpieza efectiva, solo necesitas vinagre, lejía, agua caliente y un paño.

Comienza centrándote en los elementos clave para prevenir la formación de moho y olores desagradables: el tambor y la goma. Utiliza vinagre blanco, un potente limpiador, añadiendo media taza al dispensador de detergente y seleccionando un ciclo de lavado normal a 30 grados o más. En casos de acumulación extrema, puedes repetir el proceso con una taza de lejía.

Para desincrustar la cal, el vinagre también es útil. En casos graves, considera un producto específico. Después de limpiar el tambor, realiza un ciclo en vacío o con toallas viejas para un enjuague completo.

La goma de la lavadora es propensa a acumular suciedad, así que límpiala al menos una vez al mes. Revisa el filtro para asegurarte de que no se acumule suciedad y limpia los dispensadores de jabón y suavizante cada seis meses.

Cuando la lavadora emite malos olores, indica la presencia de bacterias y moho. Para desinfectar, programa un ciclo corto con agua caliente y medio litro de vinagre blanco. Deja las puertas abiertas después para ventilar el interior y, opcionalmente, coloca un bol con bicarbonato de sodio en el tambor durante la noche para absorber olores. Con estos pasos, mantendrás tu lavadora en óptimas condiciones y evitarás problemas costosos.