Curiosidades

Esta es la zona de la Tierra con más concentración de agua caliente

Los Siete Infiernos de Beppu ofrecen unas piscinas naturales de agua rojiza a temperaturas en algunos casos extremas

Chinoike Jigoku
Chinoike JigokuAtlas ObscuraAtlas Obscura

En la isla japonesa de Kyūshū, en el norte, se encuentra Beppu, como la "ciudad de los infiernos" debido a los impresionantes aguas termales de tonalidad rojiza que alberga.

Esta región alberga una amplia variedad de fuentes termales, que superan las 2.000 metros de extensión, lo que lo convierte en el área con mayor diversidad de aguas termales a nivel mundial que atrae a 12 millones de turistas cada año.

El tipo de fuentes termales varían desde aguas calientes y vaporosas hasta arenas y lodos calientes. Algunas de estas piscinas alcanzan temperaturas extremas, como el Chinoike Jigoku, también conocido como el "infierno del estanque de sangre", que es el más antiguo de Japón. Su característico color rojizo se debe a la descomposición de minerales a altas temperaturas. En ellos no está permitido el baño completo, solamente introducir los pies.

Visitar a estas fuentes termales es posible durante todo el año y ofrece más que solo aguas termales. El clima de la región ha propiciado el crecimiento de una amplia variedad de plantas, lo que hace que la experiencia sea aún más enriquecedora y digna de disfrutar tanto para turistas como para los habitantes locales.

También conocido como los Siete Infiernos de Beppu, debe su nombre a sus aguas termales, rodeadas de misterio y bravura. De las entrañas de la tierra brotan agua hirviendo y gases borboteantes de forma tan violenta que antiguamente la gente rechazaba la presencia de este lugar.

Si uno se acerca hasta el lugar verá las mismas emanaciones de gas, vapor rico en óxido de hierro y barro caliente burbujeante que llevan causando escalofríos a propios y extraños desde tiempos inmemoriales.

Su llamativo pigmento rojo es como si la fuente termal emergiera del propio infierno. Aquí, el barro rojo calentado que contiene óxido de hierro, óxido de magnesio y materiales similares de las profundidades debajo del agua, que son los responsables de un rojo vivo.