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Estos son los cinco hábitos que debes de cumplir para ser más feliz

Descubre cómo la ciencia respalda cinco hábitos diarios que pueden potenciar tu felicidad, desde ponerle nombre a las emociones hasta la importancia del ejercicio físico y el contacto social

Dos adultos saltando de felicidad
Dos adultos saltando de felicidadPixabay

La compleja noción de felicidad ha sido objeto de múltiples interpretaciones a lo largo del tiempo, desde las perspectivas psicológicas hasta las filosóficas. Si bien figuras como Freud consideraban la felicidad como el resultado de satisfacer necesidades acumuladas, otros, como Aristóteles, abogaban por una combinación de bienes externos, corporales y del alma para alcanzarla.

Aunque hay teorías que sugieren que la felicidad está influenciada por factores externos, como las condiciones climáticas, la socialización, la conexión con la naturaleza y las vacaciones, la ciencia moderna ha profundizado en la comprensión de las emociones, demostrando que están intrínsecamente ligadas a reacciones químicas en el cerebro. Esto sugiere que, a pesar de las condiciones externas, hay hábitos diarios que pueden influir en la segregación de hormonas relacionadas con la felicidad, como la serotonina, endorfina, dopamina y oxitocina.

Uno de estos hábitos es ponerle nombre a las emociones, una práctica respaldada por estudios que sugieren que etiquetar los sentimientos puede frenar la actividad de la amígdala, la región cerebral asociada con las emociones. El "journaling" o la escritura sobre las experiencias personales también se ha destacado como un método terapéutico que puede ayudar a gestionar problemas y perspectivas.

La socialización es otro componente fundamental para la felicidad, ya que los humanos son seres sociales por naturaleza. Investigaciones recientes respaldan la idea de que la calidad de las relaciones influye significativamente en la felicidad, mostrando que aquellos con vínculos sólidos tienen vidas más largas, alcanzan sus objetivos vitales y mantienen una mejor salud física y mental.

La práctica regular de ejercicio físico también se presenta como un hábito eficaz para fomentar la felicidad, según un estudio de las universidades de Oxford y Yale. Además, se destaca que los deportes de fondo, como correr, nadar o remar, son especialmente eficaces para liberar endorfinas, hormonas que alivian la sensación de dolor y reducen las emociones negativas.

El contacto físico, en forma de abrazos, también se revela como un potente generador de felicidad. Se ha demostrado que el contacto físico reduce la segregación de cortisol en el cerebro y facilita la liberación de oxitocina y serotonina, contribuyendo a una sensación general de bienestar.

Por último, el diálogo interno positivo emerge como un componente crucial. Cómo nos tratamos a nosotros mismos afecta directamente la narrativa que construimos sobre nuestra identidad y condiciona nuestro comportamiento futuro. Investigaciones indican que adoptar un enfoque positivo al hablar internamente, utilizando frases como "puedes superar esto" o "lo estás haciendo genial", puede influir en nuestra perspectiva y fomentar la felicidad.