El análisis

En 2005 se visaron los mismos proyectos para viviendas nueva en Andalucía que entre 2015 y 2023

La escasa oferta que existe tanto en inmuebles nuevos, de segunda mano y de alquiler lastra la oferta y dispara los precios

Obras en bloques de viviendas, en Madrid (España). Las compraventas de viviendas retomó de nuevo las caídas en marzo con un descenso del 19,3 % interanual, de forma que en el primer trimestre del año acumula un recorte del 5,6 %, según los datos difundidos este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Obras en bloques de viviendasEduardo ParraEuropa Press

El acceso a la vivienda se ha colado de nuevo entre las máximas preocupaciones de la ciudadanía. Se trata de un asunto que aparece y desaparece de manera cíclica en la opinión pública pero que, en realidad, siempre está latente porque lleva años sin abordarse de manera solvente por las administraciones. Los datos demuestran que existe una escasa oferta de inmuebles para uso residencial y que el mercado, aunque después del boom inmobiliario se ha recuperado lentamente, no ha alcanzado ni de lejos los números de aquella época.

Según datos oficiales del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, entre 2015 y 2023 se otorgaron 51.347 visados para obra nueva en Andalucía, incluyendo viviendas aisladas, adosadas y en bloque –cada proyecto en bloque, por ejemplo, incluye más hogares–. En uno de los años más importantes del boom inmobiliario de la primera década de este siglo, el 2005, la cifra fue prácticamente idéntica: 51.321. Eso significa que en los últimos nueve años, con un mercado al alza, se han visado prácticamente los mismos proyectos que en solo 12 meses de hace 19 años. Por contextualizar aún más la cifra, el 2005 no fue un año aislado: en 2004, se visaron 46.575 viviendas; en 2003, 48.868; en 2002, 36.126; 42.200 en 2001; 42.197 en el año 2000; y 40.823 en 1999. El primer año de los que el Ministerio ofrece datos es el 1992 y en esos doce meses se visaron un total de 14.418 proyectos.

Para alcanzar una cifra similar en Andalucía, habría que sumar el número de obras residenciales visadas en 2022, que fue de 6.265, y el de 2023, 6.640. Es decir, en los dos últimos años se proyectaron 12.905 inmuebles para uso residencial en la región, 1.513 menos que en 1992. Hoy en día, Andalucía supera los 8,5 millones de habitantes mientras que en 1992 estaba en torno a los 7 millones.

La realidad es que el mercado de vivienda nueva no se ha recuperado. En 2014 tocó fondo y se visaron 2.423 viviendas tras un descenso que se inició en 2008, año en el que el registro del ministerio señala que se dieron luz verde a 13.658 proyectos. Fueron años de una dura crisis que ha ido remontándose de manera muy modesta: 3.204 viviendas en 2015; 3.672 en 2016; 4.516 en 2017; 5.262 en 2018; 5.732 en 2019; 4.829 en 2020; 6.221 en 2021; y las reseñadas 6.265 en 2022 y 6.640 en 2023.

Los problemas actuales del sector son múltiples. Desde planes urbanísticos que limitan el crecimiento de las ciudades al endurecimiento de las condiciones para el acceso al crédito, ya que la época del «dinero barato» que caracterizó el «boom inmobiliario» quedó atras y generó graves problemas en el sector financiero. a todo ello, tal y como denunció recientemente el Círculo de Empresas Andaluzas de la Construcción, Consultoría y Obra Pública solo en Andalucía se necesitan alrededor de 120.000 trabajadores para cubrir la demanda de mano de obra, un problema que abarca la práctica totalidad de la cadena –desde ingenieros a profesionales especializados hasta peones–. No hay relevo generacional ni personas cualificadas suficientes para los proyectos que se necesitan.

Por otra parte, hay voluntad política de revertir esta situación. La Junta de Andalucía ha anunciado que trabaja en una nueva Ley de Vivienda que estará lista en el primer semestre de 2025 y que incorporará un plan de choque para poner en alquiler 20.000 viviendas de VPO.