Economía
Los supermercados advierten: «Nuestro margen en los precios es de 2 o 3 céntimos»
Defienden que no son responsables de «prácticas desleales» y piden un mayor dimensionamiento del sector productor
Inmersos en la polémica por la crisis de precios que padecen los agricultores y productores, algunas voces se alzan para culpar de este problema a los supermercados. La Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería (CAEA) se defiende asegurando que su margen de beneficio «es de 2 o 3 céntimos» por cada euro vendido en sus establecimientos, el último eslabón de una cadena en el que intervienen otros muchos actores que determinan de una forma más directa los precios finales. El secretario general técnico de CAEA, Álvaro González, señala a LA RAZÓN que estos márgenes «indican que en absoluto existen abusos ni prácticas desleales», una cuestión que corrobora la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) «dada la escasez de sanciones al sector de la distribución comercial minorista».
La patronal de los supermercados andaluces comparte las reivindicaciones de los agricultores e insiste en la necesidad de que «todos los eslabones de la cadena alimentaria sean rentables». «Nos necesitamos unos a otros y hay que buscar soluciones, como ha ocurrido en otras ocasiones», subraya González en referencia a otras crisis.
CAEA lanza un mensaje en medio de este aluvión de protestas: «La cadena agroalimentaria en España funciona muy bien, es bastante satisfactoria por regla general gracias a la eficiencia de todos los eslabones», apunta González, aunque reconoce que «se pueden dar desequilibrios en determinados productos o disfunciones en los precios por factores externos en la mayoría de los casos».
A su juicio, en el debate que se ha generado se están haciendo comparaciones «simplistas», sobre todo cuando se contrapone el margen bruto de precios en origen con el precio que figura en el lineal de destino. Esto induce a la confusión porque «el consumidor puede llegar a pensar que el comercio, al fijar el precio en el lineal, fija también el precio en origen, cosa que no es así». Son muchos los operadores que intervienen en la cadena para que el consumidor tenga una gran variedad de productos a escasos metros de su casa. «Hay productos, sobre todos frescos, que van de una punta a otra de España en 24 horas», recuerda González, al tiempo que sostiene que hay estudios, incluso de la propia Junta de Andalucía, que valoran los costes directos e indirectos en cada una de las fases, concluyendo que los supermercados no cometen «ningún tipo de abuso».
¿Qué otros factores influyen en la conformación de los precios? El secretario general técnico de CAEA apunta varios, especialmente al climatológico. «Es regla de mercado, dependiendo de cómo sea la cosecha, a mayor producción menos precio y viceversa». También intervienen condicionantes externos, sujetos a decisiones políticas y comerciales de los gobiernos. Tal es el caso de los aranceles impuestos por la Administración Trump a la aceituna de mesa española, que está lastrando las exportaciones del sector a Estados Unidos. También el veto ruso a los productos hortofrutícolas, el temor al coronavirus o el Brexit, que se abre paso de forma decidida tras consumarse la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Otras crisis que también afectaron a los precios fueron la peste porcina o la listeriosis, cuyos efectos los padecieron las empresas cárnicas andaluzas.
González apunta también el factor exportación-importación. «De toda la producción del sector hortofrutícola, el 80 por ciento se exporta. Sólo un 20 por ciento se queda en España y, de ese 20 por ciento, un 10 se vende en establecimientos comerciales y en nuestros supermercados un 7 por ciento». Con este porcentaje tan reducido «difícilmente tenemos margen para influir en los precios en origen».
Una queja habitual de los agricultores es que, cuando se exporta, existen unos requisitos de seguridad alimentaria que no tienen otros productos de terceros países cuando se importan, todo ello unido a los costes laborales. En este punto, González exige «igualar estos requerimientos» porque los supermercados también importan productos y son objeto de críticas constantes. En el plano de las soluciones, subraya la necesidad de un mayor dimensionamiento del sector productor con el objetivo de ir eliminando intermediarios.
Reforma de la Ley de Cadena Alimentaria
El Gobierno central está barajando la posibilidad de reformar de la Ley de Cadena Alimentaria para hacer frente a la crisis de precios. La patronal de los supermercados andaluces (CAEA) ve con buenos ojos la idea, siempre que se haga «con el suficiente consenso». Igualmente, recuerda que «es una obligación porque hay que trasponer una directiva europea sobre prácticas comerciales». Eso sí, advierte de que no se debe pasar una línea roja: subir el precio de la cesta de la compra.
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