Sánchez Gordillo ve ahora «mejores perspectivas» para solucionar el conflicto de las tierras del Humoso que con el PSOE

Uno de los conflictos estáticos que el actual Ejecutivo andaluz heredó del socialista anterior es la amenaza de expropiación que pesaba sobre las tierras del Humoso, en la icónica Marilaneda (Sevilla), donde han transformado la superación de estragos en lema. En un informe, el anterior equipo de gobierno cuantificó en más de 5,6 millones los impagos acumulados por las cooperativas de Marinaleda que trabajan una tierra que la propia Junta les cedió en 1991 y de donde proceden los productos agrícolas que ahora explotan y comercializan. El Gobierno autonómico del PSOE promovió cambios legislativos encaminados a la venta de esas fincas en «condiciones ventajosas» con el objetivo de que las adquiriesen los cooperativistas. Pero, éstos no llegaron a un acuerdo para acceder a la propiedad, pese a haberse producido varios encuentros en los que se discutió el asunto, por lo que podría procederse al rescate de la concesión administrativa y al desalojo de las parcelas. Si bien, el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, desveló ayer a LA RAZÓN que ya han mantenido «dos reuniones» con representantes del Ejecutivo integrado por miembros de PP y de Ciudadanos para analizar la situación y que «ve mejores perspectivas que con el Gobierno andaluz del PSOE». Optimista, aseguró también que, de momento, «los cooperativistas siguen trabajando con normalidad», que «están tranquilos» y se mostró convencido de que se encontrará una solución definitiva porque, «lo contrario», sería «una barbaridad después de veinte años trabajando». Con todo, de no ser así, avisó a navegantes de que, si al final «no se arregla» irán «a la movilización» sin ambages.

Sánchez Gordillo se refirió también a la rebelión del campo para aseverar que poco «tiene que ver la subida del Salario Mínimo Interprofesional» y mucho «la PAC -Política Agrícola Común de la Unión Europea- y los precios de los productos». «Esto es un problema viejísimo, que ningún Gobierno, ni del PSOE ni del PP, ha querido o ha sabido arreglar. Hay que darle ya una solución y no está en manos del agricultor. Se debe mirar a los precios», recalcó el histórico regidor de Marinaleda.