Asenjo: “No quedaba otra alternativa”

"No quedaba otra alternativa". Así se ha expresado el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, tras la reunión mantenida con el alcalde, Juan Espadas, y el presidente del Consejo de Hermandades, Francisco Vélez, en la que se ha decidido suspender las salidas procesionales de este año para evitar la propagación del coronavirus. Asenjo ha asegurado que, a la hora de acordar la medida, se han tenido en cuenta "todas las circunstancias y los datos que hemos ido acopiando durante estos días", aunque ha resultado determinante la reciente declaración del estado de alarma por parte del Gobierno.

“Lo siento en el alma, como todos pueden comprender, considerando razones de tipo religioso, de tipo emocional y de tipo económico”. No obstante, ha querido aclarar que “suprimir las estaciones de penitencia no significa suprimir la Semana Santa. La celebraremos en la intimidad de nuestros templos”. Además, se ha referido a las restricciones que están indicando las administraciones para evitar las concentraciones de personas. “Es verdad que muchísimas personas no podrán acudir a estas celebraciones porque las limitaciones que nos imponen las circustancias harán que solamente se pueda ocupar un tercio del aforo de las iglesias y las personas deberán estar a una distancia de metro y medio”. Como alternativa, el prelado ha asegura que “siempre es posible vivir la Semana Santa en el hogar, como parece que nos piden las circunstancias”. Por tanto, “se puede vivir en un clima de oración, acompañados por la lectura del Evangelio de la Pasión. Se puede hacer el vía crucis, la comunión espiritual... hay tantos recursos para vivir con emoción y con verdadera seriedad y responsabilidad la Semana Santa”.

Por último, Asenjo ha reiterado “la pena que me embarga al tener que comunicar a los fieles esta decisión, pero es la única que podíamos tomar por honradez y fidelidad a nuestro pueblo”.