La foto de Díaz con «sanchistas» oficializa la «nueva normalidad» del PSOE andaluz

El PSOE-A entró ayer en su propia «nueva normalidad», como señaló el coordinador del grupo de diputados andaluces en el Congreso, José Antonio Rodríguez Salas, durante la reunión de constitución de éste y del de senadores que capitaneará Micaela Navarro. «Prueba» de ello era su presencia allí, resumió, según trasladaron a LA RAZÓN fuentes que asistieron al encuentro. Lejos han quedado las cajas con avales que le sirvieron para intentar disputarle la Secretaría General del PSOE-A a Susana Díaz en 2013 y todo lo que sucedió después. Estaban convocados en un hotel de Sevilla para definir una nueva estrategia de trabajo que permita rearmar la oposición al Gobierno autonómico, pero la cita sirvió también para captar la imagen de Díaz rodeada del propio Rodríguez Salas y de diputados y senadores que lo son gracias a la confección de unas listas electorales a las que dio el visto bueno la dirección del partido que lidera Pedro Sánchez. En corto: la fotografía de la sintonía entre Sevilla y Madrid, superadas las turbulencias orgánicas.

Sectores críticos del partido, reactivados después de que la Covid-19 desarbolara agendas, habían lamentado que se excluyera a los parlamentarios andaluces y urgido a que se retome el pulso a las cuestiones orgánicas, al entender que el proyecto de Díaz está «agotado», como ya informó este periódico. La aludida quiso aprovechar el foco para intentar acallar el ruido de sables y pidió a esas corrientes críticas que se centren en lo que «está ella», en «los problemas de la gente» preocupada por la sanidad, la vuelta al colegio o por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). «Cuando llegue la hora, habrá procesos orgánicos», lanzó para recalcar que llegará.

Aseveró que la Interparlamentaria, órgano integrado por los diputados del Congreso y los andaluces más los senadores, se celebrará «con normalidad después del verano», previsiblemente en septiembre, y anotó que la semana pasada se reunió con los diputados autonómicos, aunque admitió que «algunos no pudieron» acudir. Dando por cerrado el asunto, aunque dentro no faltaron apuntes «negativos» y se pidió que «se concretara el cambio de estrategia», según las fuentes consultadas; recalcó que el partido tiene ahora que mostrar «cercanía». Ha de ser «la voz» de quienes «están sufriendo en sus carnes la improvisación, el desgobierno, el caos» en el que considera que está inmerso un Ejecutivo regional, que, «cuando ha cogido el mando –tras finalizar el Estado de alarma al que obligó el coronavirus– parece ser que se le ha quedado grande». En ese sentido, mantuvo que los diputados nacionales y senadores andaluces tienen una «responsabilidad enorme» como es, de un lado trasladar las necesidades de los ciudadanos de la comunidad, llevarlas a Madrid; y, de otro, transmitir «la sensibilidad de un Gobierno de España» que ha gestionado esta crisis «rescatando a las personas», a juicio de la máxima dirigente del PSOE-A. Ellos la obligaron a reconocer «errores» tras sus intervenciones a puerta cerrada, evidenciando que la «nueva normalidad» no estará libre de tensiones.