El TSJA investigará al ex líder de Vox en Andalucía por fraude

«Resulta muy irregular que la resolución se comunique a la prensa antes que a los interesados». Ésta fue la primera reacción que el ex líder de Vox en Andalucía y juez en excedencia, Francisco Serrano, trasladó ayer a LA RAZÓN tras conocer que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha abierto diligencias previas contra él por un presunto delito de fraude de subvenciones o de estafa, tras admitir a trámite una querella presentada por la Fiscalía.

En un auto, fechado el pasado 21 de julio y al que tuvo acceso este periódico, la Sala Civil y Penal del Alto Tribunal autonómico sostiene que un «somero análisis» de la documentación aportada por el Ministerio Público «permite apreciar la existencia de hechos» que podrían «incardinarse» en tipos delictivos. Y añade que, lo aportado por la Fiscalía de Sevilla, «hace imprescindible» comprobar si el ahora diputado autonómico no adscrito, y su socio, E. P. D., «se concertaron» para armar «una sociedad de responsabilidad limitada» con «aportaciones no dinerarias ficticias o inexistentes», con el fin de ser beneficiarios del apoyo financiero a la inversión industrial promovido por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo en marzo de 2016 a través de una Orden. Se investigará si habrían generado «una apariencia de capital social suficiente» para «alcanzar los umbrales mínimos de viabilidad económica y financiera», así como para «servir de base» al «importe de la ayuda solicitada –2.489.000 euros–», de acuerdo a lo reflejado en la desgranada resolución judicial.

A la luz del relato mantenido por el Ministerio Público, en marzo de 2016 Serrano y E. P. D. constituyeron la sociedad limitada Bio Wood Niebla, con un capital social de 1,2 millones, y a través de ella pidieron el respaldo financiero al ministerio para instalar en el municipio de Niebla, en Huelva, una fábrica de pellets –un combustible natural compuesto de serrín de madera prensado–. Fue en diciembre de aquel año cuando recibieron los casi 2,5 millones, a devolver en una década, con tres años de carencia. De hecho, el plazo para la reposición de los fondos finalizó el 24 de agosto de 2018. Si bien, la Fiscalía advirtió al TSJA de que no constaba «la realización del proyecto comprometido para la fabricación de pellets» ni tampoco «el reintegro del préstamo». La fábrica no llegó a existir y el dinero se esfumó.

Serrano se defenderá. Es más, aseguró a este diario que esperaba poder hacerlo «ahora», tras el movimiento del Alto Tribunal andaluz, «en tiempo y forma». Mostró su confianza en que «se pueda probar, entre otras cosas, quién gestionó y dispuso del crédito y su destino». Unas palabras de las que se podría deducir que marca distancia con el incentivo del Gobierno central y con su ex socio. Lo que no puede es tratar de volver, como un náufrago inverso, a la ensoñación de ser el cabeza de cartel de Vox, como lo fue en las elecciones autonómicas de diciembre de 2018, cuando dicha formación, de la que ya no forma parte por este asunto judicial, desembarcó por primera vez en el Parlamento regional con una docena de representantes.

De momento, la Justicia tratará de esclarecer si las mencionadas cantidades dinerarias fueron empleadas «total o parcialmente» para «fines distintos a aquéllos para los que se concedió el préstamo público» y de «la participación concreta de cada uno» de los encausados o de terceras personas «en las decisiones adoptadas sobre el empleo de tales fondos». Y es que el TSJA se ha declarado competente para investigar a E. P. D, aunque él no sea diputado y no esté aforado, al apreciarse «indivisibilidad de la causa, por cuanto en la querella se parte de una actuación orientada al mismo fin delictivo».

Vox no sustituirá de momento al ex presidente «simbólico»

Aún se no se ha dicho la última palabra en esa causa judicial, pero de lo que no hay duda es de que Serrano ya no milita en las filas de Vox, partido en el que llegó a ser el presidente en Andalucía y cabeza de lista en las dos últimas elecciones autonómicas. Fuentes de la formación aseguran que se trataba de una «Presidencia simbólica». De momento no se plantean sustituirlo o dotar a ese puesto de funciones más reales, aunque señalan a su portavoz parlamentario, Alejandro Hernández, como un «punto de referencia» si se habla de «liderazgo» interno. Las fuentes consultadas admiten que Vox carece de «estructura territorial propiamente dicha». No tienen un secretario general autonómico o presidente como con los que sí cuentan fuerzas políticas asentadas como el PSOE o el PP. «Hay funciones que asumen diputados autonómicos y otras que recaen de una estructura orgánica a la que se le está dando forma desde Madrid», reconocen.

Con lo que sí cuentan es con una suerte de secretario de Organización, Jacobo Vázquez, que se ocupa de buena parte de Andalucía y de Castilla la Mancha. En ese escenario, la de Serrano no ha sido la única salida de la formación en la comunidad. De hecho, en las provincias de Cádiz, Almería y Sevilla existe una gestora que comanda la formación. Se habían programado asambleas en abril para renovar las direcciones territoriales, pero el coronavirus también ha trastocado las agendas del partido que capitanea a nivel nacional Santiago Abascal y que ha crecido «de arriba hacia abajo», sin base municipalista.