Especiales

Coronavirus

Guerra abierta al botellón y controles a los bares de copas para frenar los contagios

La Junta de Andalucía aprobará hoy las limitaciones a los locales de ocio nocturno

Los jóvenes y su forma de divertirse están en el punto de mira de las autoridades sanitarias. La semana pasada tanto el presidente andaluz como el consejero de Salud no tuvieron reparos en señalarlos directamente como responsables del resurgir del coronavirus. Los continuos rebrotes, más de medio centenar de los que siguen activos 34, y el hecho de que el mayor se haya producido en una fiesta de estudiantes en Córdoba –superando los cien afectados– han causado malestar en la Junta, que quiere atajar las reuniones para beber en la calle y limitar la actividad en bares de copas y discotecas. Esas son las medidas que anunció ayer el presidente, Juanma Moreno, tras entrevistarse con los alcaldes de las ocho capitales andaluzas.

Según informó la Junta en un comunicado, Moreno les planteó «declarar el botellón como actividad insalubre, nociva y peligrosa, en el marco de la Ley de Salud Pública para amparar jurídicamente la prevención y vigilancia que evite la celebración de durante la pandemia», pese a que en la comunidad está prohibido por Ley desde el año 2006. En cuanto a los locales nocturnos, su propuesta pasa por limitarlos y reforzar los controles para evitar nuevos contagios. La Junta no aportó más detalles, aunque fue ayer cuando el comité de expertos analizó cuáles serían las instrucciones más adecuadas. Se conocerán hoy cuando el Consejo de Gobierno las apruebe y previsiblemente entrarán en vigor al día siguiente, como ocurrió con la obligatoriedad de usar mascarillas hace dos semanas .

Los alcaldes de las capitales respaldaron las propuestas del Gobierno autonómico para evitar rebrotes. Las relativas al control del ocio nocturno recaerán específicamente sobre ellos y por eso el regidor onubense, Gabriel Cruz, reclamó «apoyo y financiación adicional para los sobrecostes» que tendrán que soportar. De hecho, las policías locales son desde hace dos semanas –cuando entró en vigor la Orden– las encargadas de velar por el uso obligatorio de las mascarilla en espacios abiertos como la calle o las playas.

El encuentro, celebrado en el Palacio de San Telmo, era el primero desde que se declaró el estado de alarma en marzo. En estos cuatro meses han sido muchos los alcaldes que lamentaban la falta de información sobre la afectación del virus en cada municipio y la necesidad de respaldo para afrontar los gastos derivados de la crisis sanitaria y social. Por ello, el regidor almeriense, Ramón Fernández-Pacheco, explicó que «habrá reuniones semanales de coordinación entre la Junta y los ayuntamientos a través de las delegaciones de Gobierno y reuniones similares a la de hoy cada dos o tres meses y rotatoria» en las distintas capitales.

Fernández-Pacheco avanzó que el cierre de barras y pistas de baile estarían entre las decisiones que adoptará hoy la Junta para limitar la actividades en bares de copas y discotecas, según recogió Europa Press. También se incluiría la obligación de disponer mesas y sillas y servicios para acomodar a los clientes o el horario limitado hasta las cinco para «poner una barrera a los contagios».

Para concluir, el presidente hizo un llamamiento a una «Gran Alianza por Andalucía» al considerar que «esta pandemia nos está poniendo a prueba como sociedad». De este modo, recordó que está llevando a cabo una ronda de contactos para recabar inquietudes y propuestas de todos los sectores. Moreno, que insistió en que el virus todavía sigue entre nosotros, remarcó la necesidad de seguir cumpliendo con las medidas sanitarias para evitar que aumente el número de contagios, a la vez que resaltó la responsabilidad que han demostrado los municipios. «Sin los alcaldes y los ayuntamientos no hay posibilidad de arrinconar al virus. Son una pieza fundamental», aseguró. En esta línea, subrayó la necesidad de «revitalizar la economía en los municipios y dar respuesta a necesidades sociales», aunque abogó por nuevas restricciones que busquen el equilibrio entre la salud y la actividad que sostiene miles de empleos, ante el hipotético horizonte de un nuevo confinamiento que ya ha negado en otras ocasiones.