Andalucía

Clausuran un local de Caños de Meca en el que había 300 personas

La Policía Local ha detenido a los propietarios del chiringuito por incumplir varias medidas de seguridad durante dos días seguidos

Cádiz.- Coronavirus.- Detenidos los propietarios de un bar en Los Caños clausurado por incumplir las medidas sanitarias
Bar clausurado en Los Caños de MecalarazonAYUNTAMIENTO DE BARBATE

La Policía Local de Barbate ha detenido a los propietarios de un chiringuito de la zona de Caños de Meca, en el que, durante dos días consecutivos, los agentes tuvieron que intervenir para desalojar a las 300 personas que lo ocupaban.

Los propietarios, un hombre y una mujer, fueron detenidos por los agentes, acusados de los delitos de atentado, desobediencia grave y amenazas a agentes de la autoridad, ante la actitud con la que se enfrentaron a la actuación de los policías según informa el Ayuntamiento de Barbate (Cádiz), en una nota de prensa.

La actuación de los agentes del Grupo de Acción Preventiva (GAP) de la Policía Local tuvo lugar el pasado fin de semana, cuando procedieron a inspeccionar el local, denominado “Ohana” y ubicado en la carretera del Faro de Trafalgar, al comprobar que no cumplía con las medidas sanitarias obligatorias para su actividad.

Según el informe policial, no tenía expuesto al público el aforo máximo permitido, no disponía de procedimientos de recuento y control de aforo y se permitía el consumo de bebidas adquiridas en el local fuera de las zonas permitidas.

La Policía desalojo esa noche a más de 300 personas que se hallaban en el local, tanto dentro, como fuera en la terraza, según el informe policial.

Tras ser identificado el propietario, mostró, según la versión policial, una actitud desconsiderada, lanzando expresiones como “aquí nadie tiene cojones de cerrar el local”.

La copropietaria del local, siempre según la versión de la Policía Local, también mostró la misma actitud ante los agentes, manifestando en tono de voz elevado: "De aquí no se va nadie, no tenéis ni idea de legislación".

Al siguiente día, el GAP volvió a personarse en el lugar, comprobando que varios trabajadores no utilizaban mascarillas, que existía una concentración de personas en la zona de barra sin respetar la distancia de seguridad interpersonal y que se permitía el consumo de bebidas adquiridas en el local fuera de las zonas autorizadas.

Nuevamente los agentes requirieron la presencia de los propietarios, a los que informaron de que, dado el incumplimiento reiterado de las medidas preventivas de salud pública establecidas, además de proceder a denunciarles, se establecía el cese inmediato de la actividad del local y su clausura.

“Lejos de tomar una actitud conciliadora, según los agentes, ambos propietarios comenzaron a lanzar improperios” y a llamar a los clientes con gritos como “de aquí no se va nadie”, mientras intentaban expulsar al cuerpo de policía del establecimiento.

Cuando los agentes trataron de entrar en el interior del local, ambos se situaron en la puerta de acceso a la zona interior y trataron de cerrar una puerta de madera para impedir su acceso.

Finalmente, los agentes del GAP entraron y tardaron una hora y media en desalojar al completo a las "más de 300 personas" que había en el establecimiento.

Durante ese tiempo, los propietarios llegaron a empujar a los agentes.

El propietario llegó a agarrarse a la persiana de la barra del local diciendo "esto no se cierra porque no me da la gana a mí".

En su comunicado, el Ayuntamiento de Barbate lamenta estos hechos y recuerda a la ciudadanía la necesidad de cumplir con las medidas de higiene y sanitarias, para evitar una nueva expansión de la pandemia.