Acuerdo histórico entre la Junta, sindicatos y patronal para la reactivación de Andalucía

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, manifestó ayer que Andalucía vivó un “día histórico” con la firma entre su Gobierno, la CEA y los sindicatos UGT-A y CCOO-A de un acuerdo para la reactivación económica y social de la comunidad autónoma tras consecuencias de la pandemia del coronavirus y que debe servir como un “ejemplo” para el conjunto de España, donde en este momento se requiere más altura de miras que nunca y entender que no hay nada más importante que “el bienestar de los ciudadanos”, por encima de cualquier “trinchera ideológica”.

Así se pronunció el presidente durante su intervención en el acto de firma del acuerdo celebrado en el Palacio de San Telmo de Sevilla, donde previamente tomaron la palabra las secretarias generales de UGT-A, Carmen Castilla, y de CCOO-A, Nuria López, y el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara. Moreno agradeció el esfuerzo y el compromiso de sindicatos y empresarios con este gran objetivo común de sacar adelante a Andalucía y ha reconocido que hoy se siente "un poquito más legitimado, fuerte y respaldado", tras contar con su apoyo en esta inmensa tarea.

Para Moreno, el acuerdo suscrito en Andalucía es, sin duda, un "ejemplo" para las demás comunidades y el conjunto de España, donde en este momento se viven momentos en la política de enorme "tensión y confrontación" y parece que incluso el país "está en llamas" con comportamientos de tipo "fratricida". En su opinión, falta "un poquito de mesura, de prudencia, de serenidad y de calma a la hora de establecer qué podemos y qué queremos hacer por el conjunto del país".

"Hoy más que nunca el ejemplo andaluz es un ejemplo para el conjunto de las comunidades autónoma y para España: Se puede y se debe llegar a acuerdos porque no haya nada más importante que el bienestar de nuestros vecinos y paisanos, por encima de cualquier trinchera ideológica y de cualquier legítima posición".

Durante su intervención, el presidente señaló que con este acuerdo no estamos ante una "firma más", sino que estamos ante un conjunto de compromisos "pensados, viables y razonables". Se contemplan en el plan, según ha añadido, las prioridades para los próximos meses, con un calendario clave de trabajo; las líneas de acción preferente en materia económica, laboral y social a medio y largo plazo, y el diseño presupuestario, que deberá desarrollarse ajustándose a las posibilidades de financiaciones disponibles.

Por su parte, Moreno también aprovechó la firma del acuerdo para volver a demandar al Gobierno central, algo que hará hoy en la Conferencia de Presidentes autonómicos en La Rioja, que aplique los mismos criterios de la Unión Europea para el reparto de los fondos entre las regiones (población, PIB y nivel de desempleo). Según señaló el presidente, cuanto más recursos consigamos traer, "necesarios, oportunos, justos y equitativos con Andalucía, nuestro compromiso van a servir de manera muy especial para reactivar la economía, generar empleo y bienestar y para sostener los servicios públicos esenciales".

Para el presidente de la CEA, Javier González de Lara, el acuerdo suscrito ayer es un “una manifestación de compromiso”, mientras que las centrales sindicales matizaron que “no es un cheque en blanco ni al Gobierno ni a la patronal”. La secretaria general de UGT-A, Carmen Castilla tras advertir de que, aunque “ha pasado el momento más duro con el confinamiento, el virus sigue entre nosotros”, consideró que “la reactivación es asegurar la liquidez de las empresas”, aunque la acotó a aquéllas que son “socialmente responsables”, entre las que identificó a las preocupadas por “los trabajadores y un empleo de calidad”. Por su parte, la secretaria general de CCOO-A, Nuria López, apuntó que con la crisis del coronavirus “llueve sobre mojado” al estimar que “no se había superado aún la crisis anterior”, por lo que concluyó que “la pandemia cimbreó los cimientos de la estructura productiva”, al tiempo que dejó “al descubierto las debilidades estructurales de Andalucía”, entre los que identificó “el paro, el escaso peso de la industria, y el peso del sector servicios”.