Sesión de control
Las alusiones a los herederos de ETA y del franquismo enfangan el Pleno del Parlamento andaluz
Díaz y Moreno se enzarzan por Bildu y Vox, después de que el presidente exigiera a Sánchez más «liderazgo». Alejandro Hernández se va de la Cámara
Hay palabras secas y alianzas que hacen temblar escaños. Sobre la sesión de control en el Parlamento al Gobierno andaluz de ayer planearon dos de las últimas, el presunto pacto del Gobierno central con Bildu y el del Ejecutivo autonómico con Vox, que provocaron chorreos de las primeras y una brusca salida. La líder del PSOE-A y jefa de la oposición en la comunidad, Susana Díaz, iba a preguntar al presidente de la Junta, Juanma Moreno, por las restricciones que ha provocado la Covid-19 y el Presupuesto de 2021 que tildó de «irreal» e «insensible con la gente», pero acabó defendiéndose de los reproches del máximo dirigente del Gobierno regional sobre el «partido heredero de ETA».
La socialista sostuvo que el PP, «cuando no gobierna, dinamita las instituciones y pierde la memoria» y recordó que el ex presidente José María Aznar abrió el diálogo con la mencionada banda terrorista o que el actual senador Javier Maroto defendió sus pactos con Bildu. Tras el intento de inyectar aire a su discurso, negó que el presidente del Ejecutivo estatal, Pedro Sánchez hubiera cerrado un acuerdo con Otegui, para acusar a continuación a Moreno de «haberse abrazado a los herederos del franquismo en Andalucía». Una frase que sirvió de combustible al enfado de Alejandro Hernández, portavoz en la Cámara de la formación que comanda en el país Santiago Abascal, quien se levantó airado de su asiento e intentó que la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet (Cs), le dejara intervenir, invocando el Reglamento. «Atiéndame y no me ningunee», exigió, mientras se oía como calificaba de «intolerable» lo sucedido. Bosquet, por su parte, le indicó que no tenía la palabra en ese momento y le rogó luego que respetara «los turnos de intervención» de «los portavoces» de los grupos. Pero para entonces, Hernández ya enfilaba el pasillo de salida del plenario, tras haber proclamado «a la porra» y «a tomar por culo», mientras daba un manotazo al micrófono, que le habían cortado. Ya fuera anunció que su grupo no participará en la actividad parlamentaria mientras el PSOE les «siga comparando con un partido terrorista como Bildu», a lo que achacó su enojo, ya que su formación es la «de Ortega Lara» y tiene «un presidente nacional», Abascal, que «ha crecido entre amenazas y con escoltas», dijo.
Dentro del plenario, Moreno le lanzaba a Díaz que le resultaba difícil «reconocerla», el que aceptara, «por sumisión o por supervivencia política», la «relación de Bildu con el Gobierno de la Nación», cuando éste «sigue sin condenar la violencia del terrorismo» y Andalucía «pagó un alto precio en sangre porque muchos de los miembros de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado» que «mataron los terroristas» eran de esta región. Apuntó que Sánchez podía haber contado con Cs u otros y se preguntó «a qué viene ese insulto intolerable a la memoria y a la dignidad de muchos andaluces y españoles». Antes ya le había afeado al presidente de la nación que haya «abdicado de sus responsabilidades y de su liderazgo»y le había planteado una hilera de peticionesque pasaban por un plan de apoyo nacional para pymes y autónomos, con extensión de los expedientes de regulación de empleo temporales (ERTE) y exenciones fiscales; la modificación del marco normativo para que las comunidades puedan gestionar mejor la crisis; mayor «diligencia» ante sus « necesidades de financiación»; o la convocatoria de «los órganos de cooperación» como la Conferencia Sectorial. A ello sumó «apoyo económico ante la llegada de inmigrantes irregulares».
Adelante se queda sin preguntar, tras las expulsiones de diputados
El Grupo Parlamentario de Adelante Andalucía no pudo preguntar al presidente de la Junta, Juanma Moreno, en la sesión de control al Gobierno autonómico, tras haberse ratificado el día anterior la expulsión de nueve de sus parlamentarios, incluida quien era la presidenta del grupo, Teresa Rodríguez. El interrogante a formular que había registrado la confluencia para este Pleno estaba asignado a su ya ex portavoz adjunta Ángela Aguilera, quien es una de los nueve diputados que han pasado a integrar el grupo de no adscritos, perdiendo con ello la posibilidad de interpelar a Moreno, además de asignaciones económicas.
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