Patrimonio
La intervención en el manto de la coronación de la hermandad de la Macarena, que se lleva a cabo en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), está devolviendo la luz a una pieza única del arte sacro tras el trabajo que realizan los profesionales del taller de restauración de tejidos del citado organismo. Las labores tienen una duración prevista de 14 meses y comenzaron a finales del pasado mes de octubre.
La obra, de 437 por 477 centímetros, ocupa gran parte de dicho taller en el que participan hasta cuatro personas en estos momentos en unas actuaciones en la que están implicados restauradores, fotógrafos, historiadores y químicos, detalla la Junta de Andalucía en un comunicado.
La Hermandad de la Macarena contactó el año pasado con el IAPH para que analizara el estado del manto, en el que se apreciaban signos de suciedad generalizada. Existían, además, dudas en el seno de la corporación sobre la consistencia del terciopelo de base con vistas a las salidas procesionales. Ante ello, el se realizó un primer análisis en el que se constató el buen estado del soporte, pero sí había otros aspectos que se podían subsanar, como algunas pequeñas roturas puntuales en la blonda perimetral o en el tejido de terciopelo, explica la restauradora de tejidos y responsable del proyecto de intervención, Lourdes Fernández.
Las flores del manto diseñado por Marmolejo y con bordados de Elena Caro, confeccionado en 1964 -uno de los tres de salida que tiene la corporación de la Madrugá- dibujan formas ondulantes en una superficie compartida con hojas, jarras, cuernos de la abundancia y dragones. El terciopelo verde “se adivina bajo los hilos de oro, las sedas de colores y las pequeñas pedrerías”.
Tras conocer el informe del instituto, “la hermandad valoró las garantías del centro y apostó por sus técnicas innovadoras en restauración”. Se trata de un obra” buena y de calidad, que es siempre muy agradecida tras un tratamiento de restauración”, ha afirmado la jefa del Área de Tratamiento y especialista en restauración de tejidos del IAPH, Araceli Montero.
En este sentido, una de las principales peticiones de la hermandad era no solo conservar el bordado, sino también el terciopelo de base. Precisamente, es este terciopelo el que encierra una de las principales peculiaridades de la pieza, ya que el color verde de fondo queda matizado con el empleo de una especie de malla metálica, recreada a través de hilos de oro tendidos, que parece imitar al tisú.
Es este aspecto, además de su riqueza decorativa, una de las grandes señas de identidad de este manto de la Coronación de la Macarena. En el conjunto, “una suerte de jarras marcan los ejes de una obra simétrica y bilateral en la que, a modo de enredadera, se suceden motivos en los que se aprecia la impronta del orfebre. “Es una obra muy macarena, con malla, volantes o corbatines, dragones...”, ha detallado el historiador del arte Gabriel Ferreras, otro de los profesionales implicados en el proceso de restauración.
“Una blonda perimetral recorre la silueta de la obra, en cuyos motivos decorativos está muy presente la simbología mariana. Los lirios y azucenas simbolizan la pureza y virginidad de María; las rosas, la fertilidad y la maternidad”, ha añadido Ferreras. Igualmente, existen elementos muy característicos de la propia hermandad, como los corbatines, que recuerdan a la saya de los volantes de la Macarena, obra de Victoria Caro, muy popular por la calidad de su ejecución y representativa de la última etapa del regionalismo sevillano.
En lo que respecta a los materiales empleados, los hilos de oro, las sedas decolores y los pequeños cristales o espejuelos recrean el universo ideado por Marmolejo. “La riqueza material y técnica es impresionante”, sostiene la jefa del Área de Tratamiento del IAPH, que subraya también la importancia de que los motivos presenten diferentes volúmenes gracias a las técnicas empleadas.
La obra exhibe igualmente un rico surtido de técnicas de punto, con distintos hilos, que reflejan el alto nivel de su manufactura. Bodoque sobre lentejuelas de escamas, hojilla, setillo, ajedrezado... son algunos ejemplos de ello.
PASO A PASO
El proceso de restauración del manto de la coronación comprende un minucioso proceso que se inició con la documentación gráfica de la obra para analizar su estado. Ya en vivo se estudiaron sus principales puntos y se seleccionó una muestra de los hilos metálicos para su análisis en laboratorio, donde también se han revisado la estructura y las fibras del terciopelo.
En una primera fase, se ha desmontado la blonda perimetral del manto, al que se le cambiará el forro, y tras una aspiración general, se lleva a cabo una microaspiración pormenorizada de la superficie, centímetro a centímetro, para eliminar partículas y depósitos de suciedad. Posteriormente, se efectuará la limpieza del hilo metálico y el bordado, un paso este último facilitado con la hidratación de la fibra, que se encontraba muy reseca.
Tras ello se procederá a la fijación de los hilos y elementos sueltos, la reconstrucción de la zona perimetral y el refuerzo del soporte. En las partes más deterioradas, esto puede ir acompañado incluso del empleo de tintes sintéticos para homogeneizar pequeñas áreas. “No se añade material nuevo al bordado, sino que se reintegra con nuevos soportes que se disponen bajo la zona de pérdida o laguna. Es una intervención muy de tipo arqueológico”, ha señalado Montero.
Aún no se contempla que se empleen técnicas como el láser para la limpieza, aunque se estudiará en áreas como la delantera y las más próximas a los candelabros de cola, que presentan residuos de cera.
Por otra parte, el hermano mayor de la Hermandad de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, ha agradecido a la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y al IAPH su apuesta por recuperar el esplendor del manto. Una obra que “reúne su excepcionalidad como pieza de bordado, su alto valor artístico y su significación sentimental para todos los macarenos y devotos de la Virgen, el barrio y la ciudad de Sevilla, al estar íntimamente ligado a la Coronación Canónica de la Virgen de la Esperanza”, destaca el comunicado.
La colaboración de la Junta permitirá a la hermandad “destinar más fondos a reforzar la labor asistencial y de caridad en unos momentos tan complicados como los que estamos viviendo”, ha subrayado. El hermano mayor ha recordado que la pandemia y la crisis socioeconómica aparejada están golpeando duramente al gremio de los artesanos sacros de la ciudad, por lo que esta restauración supone también una reivindicación del trabajo artesanal y de los talleres de restauración.
El manto de la coronación muestra precisamente reminiscencias de los dos mantos anteriores. Presenta hilos de seda de colores, como el camaronero, pero también un verde matizado como el de tisú, Ferreras. Fernando Marmolejo presentó un primer diseño el día 10 de enero de 1963, que fue posteriormente transformado hasta que definitivamente lo aprobó el Cabildo de Oficiales. El taller de Esperanza Elena Caro acometió el bordado en un “tiempo récord de 14 meses”.
Aún hoy, el manto de la coronación está considerado una de las grandes obras del arte cofrade hispalense por sus técnicas, simbología y materiales. Una pieza que, al igual que el resto del ajuar de la Virgen, no deja indiferente al público que la contempla.