"El bloc"

Trumpistas de ambos hemisferios

«Desobedeceremos las leyes que nos parezcan injustas». El primer titular que ofreció como alcaldesa de Barcelona Ada Colau es la fuente de Derecho de la que hoy bebe la izquierda española

Miles de personas se concentraron a las puertas de la Cámara andaluza para protestar por la investidura del popular Juanma Moreno y el pacto alcanzado con Cs y Vox / Foto: Manuel Olmedo
Miles de personas se concentraron a las puertas de la Cámara andaluza para protestar por la investidura del popular Juanma Moreno y el pacto alcanzado con Cs y Vox / Foto: Manuel Olmedolarazon

En la tarde del 4 de diciembre de 2018, atendiendo a la «alerta antifascista» lanzada por el futuro vicepresidente del Gobierno de España, una turbamulta enfurecida vandalizó los pequeños comercios de varias ciudades andaluzas en protesta por los resultados (¡!) de los comicios autonómicos celebrados dos días antes. El 15 de enero siguiente, todas las organizaciones de izquierdas –con el dinástico PSOE al frente de la manifestación– instaron a sus militantes y liberados a rodear el Parlamento de Andalucía para increpar a los electos que, por aplastante e inequívoco mandato de las urnas, iban a investir como presidente autonómico a Juanma Moreno. Menos de dos años después, vivir para ver, los biempensantes se escandalizan ante el circo montado por un grupo de patibularios seguidores de Donald Trump en el Capitolio de Washington. ¿Qué se habían creído que era el populismo? «Desobedeceremos las leyes que nos parezcan injustas». El primer titular que ofreció como alcaldesa de Barcelona Ada Colau es la fuente de Derecho de la que hoy bebe la izquierda española y resume el ideario de esos autoproclamados ayuntamientos del cambio que, desde 2015, sirvieron como laboratorio del golpe de Estado institucional que perpetra media España contra la otra media. E igual que hace ese magnate neoyorkino al que tanto odian pese a lo mucho que se les parece, la mentira y la interpretación a su antojo de «la voluntad del pueblo» –ellos dicen «la gente»– constituyen las armas de más grueso calibre de cuantas empuñan. Las elecciones o la cámara legislativa son instrumentos útiles cuando la aritmética está de su parte y una molestia cuando las cuentas no salen. «Que no, que no, que no nos representan…», cantaban aquella mañana ante el Hospital de las Cinco Llagas.