Política

Espadas y su mochila de incumplimientos

El alcalde de Sevilla no ha concretado el apoyo municipal al metro ni ha frenado las desigualdades en los barrios

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas
El alcalde de Sevilla, Juan EspadasMaría José López / Europa PressLa Razón

«Centrémonos en lo que compartimos, en los espacios comunes. Si todos somos capaces de alcanzar acuerdos quien gana es Sevilla. Sólo Sevilla». Esta declaración de intenciones de Juan Espadas, pronunciada en su discurso de investidura en junio de 2015 tras revalidar la Alcaldía de Sevilla, demuestra uno de los principales méritos del probable candidato a liderar el PSOE andaluz. Hasta el presidente de la Junta, Juanma Moreno, lo ha calificado como «un rival con un enorme potencial». Espadas ha pactado a izquierda y a derecha, algo fundamental para gobernar en estos tiempos de fragmentación política. En 2015, cuando se convirtió en regidor, obtuvo 11 concejales y consiguió el apoyo de los tres ediles de Participa Sevilla y los dos de IU. En los comicios de 2015 mejoró el resultado del PSOE con dos concejales más y no le hizo falta pactar. Sin embargo, para sacar adelante los presupuestos municipales de este año, se alió con Ciudadanos y Participa Sevilla se abstuvo tras arrancar varios compromisos en materia social.

Su carrera para aspirar a la secretaría general del PSOE-A ha comenzado, aunque públicamente no lo confirma. Espadas insiste en que respeta los tiempos orgánicos, pero desde Ferraz ven con buenos ojos su intención de relevar a Susana Díaz.

¿Qué juega en su contra? Los recelos que provoca en otras provincias ser alcalde de Sevilla, además de ser un perfil desconocido en la zona oriental de la comunidad autónoma. Esta misma semana han surgido en las redes sociales las primeras cuentas de apoyo, como «Cádiz con Juan Espadas» en Twitter.

Pero Espadas cuenta en su mochila con lagunas a nivel de gestión que pesan cuando se acerca el ecuador de su segundo mandato en la Alcaldía, todo ello agravado por la crisis derivada de la pandemia. Precisamente, el relato de su discurso de investidura deja al descubierto incumplimientos flagrantes. Se marcó como prioridad atender a los barrios «con necesidad de transformación social». Sevilla mantiene a tres de sus barrios entre los cuatro más pobres de España: el Polígono Sur, Tres Barrios y Torreblanca. El Instituto Nacional de Estadística situó en 2020 el Polígono Sur como el barrio más pobre de España, con una renta anual per cápita de únicamente 5.112 euros. Las desigualdades siguen agravándose en la capital hispalense y estas zonas, especialmente, padecen los efectos de una crisis con consecuencias devastadoras.

También aludió a la necesidad de invertir en infraestructuras, mencionando asuntos pendientes como el metro, la conexión ferroviaria de la estación de Santa Justa con el aeropuerto, el Cercanías o la SE-40. «Sevilla tiene un déficit que afecta especialmente a las posibilidades de uso del transporte público y, en consecuencia, al desarrollo de un modelo de ciudad sostenible y saludable con un menor volumen de tráfico privado», señaló. Y la ciudad continúa soportando este problema mientras la Junta, por su cuenta, avanza en el proyecto del tramo norte de la línea 3 del metro y en la conexión con el aeropuerto sin el apoyo del Ayuntamiento. El Gobierno, además, enterró los túneles de la SE-40 y el Cercanías a Los Remedios.

La «modernización de la administración» es el compromiso que más ha avanzado. El año pasado el Ayuntamiento renovó su oficina virtual con 39 trámites que permiten que el pago de tasas e impuestos se realice por vía telemática. Junto a ello, Espadas alzó la voz para denunciar el «histórico déficit de financiación de las administraciones locales». El Gobierno contestó intentando quedarse con los remanentes de los ayuntamientos. Toda la oposición rechazó este decreto en el Congreso y al Ejecutivo no le quedó otra que suspender las reglas fiscales para todas las administraciones durante 2020 y 2021.