Rechazo «frontal» desde Andalucía a las amenazas a políticos

Primero fueron las balas recibidas por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la directora de la Guardia Civil, María Gámez; y el líder de Podemos y candidato en las elecciones a la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias. Ahora, la navaja «aparentemente ensangrentada» dirigida a la ministra de Industria, Reyes Maroto. La mayoría de los líderes políticos andaluces rechazaron estas amenazas e hicieron una llamada a la «serenidad». Fue el caso del presidente de la Junta, Juanma Moreno, quien aseguró en su cuenta de Twitter que «hay cosas que son intolerables en una democracia. Rechazo frontalmente todas las amenazas a candidatos, cargos públicos o cualquier persona, y hago un llamamiento a recuperar la serenidad y el respeto en una sociedad avanzada como la nuestra».

El vicepresidente, Juan Marín, retuiteó un mensaje publicado por la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en la misma red social. Arrimadas expresó su «condena más firme a la terrible amenaza de muerte que ha sufrido Reyes Maroto. Espero que se dé con el autor de esta barbaridad y responda ante la Justicia. Esto no puede seguir así, hacemos un llamamiento a la sensatez para frenar ya esta deriva». Por su parte, la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, rechazó también estos hechos y señaló que «nos negamos a que estos episodios de violencia extrema formen parte de la normalidad». «Es una canallada propia de delincuentes que atentan contra nuestra democracia. ¡Basta ya!», exclamó Díaz, no sin antes trasladar su «apoyo y solidaridad» hacia Maroto y subrayar que «los demócratas somos muchísimos más». El coordinador general de IU Andalucía, Toni Valero, se hizo eco en la misma red social de esta «nueva amenaza de muerte», tras lo que aseveró que «hay que acabar con el terrorismo de la ultraderecha». «Hay que acabar con el fascismo en nuestro país», subrayó, además de trasladar «toda nuestra solidaridad con Maroto».

Más explícita se mostró la diputada de Unidas Podemos Isabel Franco, quien condenó «con firmeza» estas amenazas y aseguró que «es muy difícil entender que las fuerzas de las derechas en este momento no sean capaces de salir de una equidistancia entre víctima y verdugos».