Educación
Radiografía del alumnado con necesidades especiales en Andalucía
Cerca de 102.600 personas requieren de apoyo educativo en la comunidad, en su mayoría chicos y asistentes a instalaciones públicas
Estrella M. S. es la madre de un niño diagnosticado con síndrome de Asperger que no duda en asegurar a LA RAZÓN que «al sistema educativo le queda mucho para adaptarse a las demandas especiales» asociadas a alumnos como su hijo y en pedir que «se les preste más atención». No es el único, los hay que se encuentran en circunstancias similares. Se considera alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE) al que requiere de una actuación singular debido a diferentes grados y tipos de capacidades personales de orden físico, psíquico, cognitivo o sensorial; al que, por proceder de otros países o por cualquier otro motivo, se incorpora de forma tardía al sistema educativo; y al que precisa de acciones de carácter compensatorio.
En Andalucía, en el curso 2018-19, hubo matriculados 102.582 alumnos, en enseñanzas no universitarias de régimen general, con algún tipo de NEAE, lo que supuso un 7,1% del total, de acuerdo a lo recogido en un informe titulado «Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE): España y Andalucía», al que se puede acceder en la página web del Observatorio de la Infancia autonómico (https://www.observatoriodelainfancia.es/oia/esp/cifras_y_datos.aspx). El 65,8% eran chicos, el 34,2% chicas y un 79,7% acudía a instalaciones públicas. La mayoría se contabilizó en Educación Primaria, el 43,6%, y en Secundaria el porcentaje fue del 31,9%. Estuvieron menos presentes en el resto de etapas educativas: 9,8% en Infantil, 5,6% en FP Grado Medio, 4,3% en Bachillerato y un 3% en FP Básica.
A diferencia de lo que sucede en España, en la comunidad el alumnado con NEAE se clasifica en tres grandes categorías: personas con Necesidades Educativas Especiales (NEE), con Altas Capacidades Intelectuales y con Dificultades de Aprendizaje (AACC). En el primero de esos bloques se incluyen los trastornos graves del desarrollo, la discapacidad visual, la intelectual, la auditiva, la física, los trastornos de la comunicación, los del espectro autista –entre ellos el síndrome de Asperger–, los trastornos graves de conducta, el de déficit de atención con y sin hiperactividad y las enfermedades raras y crónicas. A la luz de lo reflejado en el mencionado estudio, fechado en diciembre de 2020 y consultado por este periódico, el alumnado con NEE alcanzó las 52.032 personas, 42.006 chicos y 17.788 chicas, y constituyó el 3,6% del global de los matriculados en Andalucía para aquel curso en enseñanzas de régimen general no universitaria. Fue también «un poco más de la mitad del total» con NEAE, en concreto el 50,8%.
Estos niños y adolescentes se escolarizan en centros educativos ordinarios o en instalaciones específicas de educación especial, según se valoren sus necesidades, así como el grado de discapacidad. Los entre 3 y 21 años con plaza en centros y aulas específicas supusieron el 0,5% del alumnado escudriñado en el curso académico 2018-2019. Fueron en concreto 7.762 personas, de las que un 42% –2.069 chicos y 1.191 chicas– estuvo matriculado en centros específicos y un 58% –3.015 chicos y 1.487 chicas– en aulas de esa naturaleza. Afinando, de los 3.260 alumnos del primer apartado, el 65,8%, esto es, 2.145, asistió a centros concertados y el 6,9%, 226, era alumnado extranjero, del que el 62,4% eran chicos, 141, y el 37,6% chicas, 85.
Por lo que respecta a quienes acudieron a aulas específicas, en el mencionado trabajo se detalla que se repartieron de la siguiente forma: un 67%, traducido a número 3.018, se acomodaron en clases de Primaria y un 33%, lo que equivalió a 1.484 personas, en la etapa formativa de Secundaria.
Por territorios de la amplia comunidad, las provincias con más alumnos inscritos en centros y en aulas específicas de Primaria y Secundaria fueron Sevilla, que acaparó un 24,7% del global, por delante de Málaga, con un 14,8%; y de Cádiz y Granada, con un 14,1% y un 14%, respectivamente.
Si se pone la lupa sólo en los chicos extranjeros con Necesidades Educativas Especiales, quien encabezó la lista fue Almería, donde se registró el 24,8%. A continuación se colocaron Granada, con un 19,5%, y Málaga, con un 18,6% del total. Los integrantes de ese grupo procedían en un 42,5% de Marruecos. Los otros lugares de origen «más recurrentes» de esos alumnos eran Rumanía, con un 11,5%, y Colombia, con un 4,4%
En torno al tipo de necesidad, destaca que más de la mitad del alumnado de centros específicos presentaba una discapacidad intelectual, el 51,1%. A continuación, la discapacidad física, con un 19,2%, y el Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), con un 13,7%, resultaron las siguientes con mayor representación durante aquel curso. En la misma línea, la discapacidad intelectual y el TEA fueron las más habituales en las aulas específicas de Primaria y Secundaria del mapa autonómico.
En cuanto a los centros ordinarios, el 3,6% del alumnado matriculado en ellos presentaba algún tipo de NEE. Las provincias con mayor número de estos chicos en integración fueron Sevilla con un 29,5%, Málaga con un 18,8% y Cádiz con un 13,4%. El mayor porcentaje de esos alumnos se dio en Educación Primaria y en la ESO con un 42,7% y un 26,4%, respectivamente. Para finalizar en Infantil se dieron de alta un 17,7%.
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