Mesa redonda
El turismo andaluz busca un nuevo modelo más sostenible y digital
Cinco expertos del sector comparten sus ideas sobre los nuevos retos que afronta esta industria en la región
La sostenibilidad y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 son dos de los elementos más importantes incluidos en la hoja de ruta de las administraciones públicas y las empresas. En este sentido, la industria turística en Andalucía se enfrenta al reto transformar su modelo de negocio en otro que, siendo respetuoso con el medioambiente, siga contribuyendo a la creación de empleo, el bienestar social y a la propia empresa. En otras palabras, el turismo sostenible es aquel que protege el medioambiente, evita la masificación y la estacionalidad, es respetuoso con su entorno y beneficia al conjunto de la sociedad. El sector, que prevé la llegada de 25 millones de turistas a Andalucía este año –siete menos que en 2019–, persigue alcanzar la excelencia a través de un nuevo modelo turístico en el que las nuevas tecnologías y las energías renovables juegan un papel fundamental.
En este contexto, el 16 de febrero tuvo lugar en el hotel NH Málaga la segunda mesa redonda de turismo organizada por LA RAZÓN bajo el nombre de «Alternativas sostenibles para un turismo global». Al acto, moderado por la periodista de Onda Cero y LA RAZÓN, Isabel Naranjo, y el delegado de LA RAZÓN en Andalucía, José Lugo, acudieron Alberto Ortiz de Saracho, director gerente de la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y Deporte de Andalucía; Scott Marshall, concejal de Turismo del Ayuntamiento de Benahavís; Fernando Almeida, profesor de la Universidad de Málaga; Jaime Hevia, director comercial de CBS; y Pilar Fernández-Fígares, gerente de la Autoridad Portuaria de Málaga.
¿Cuál es la hoja de ruta para 2022? Ortiz de Saracho abrió el debate y explicó la importancia de dos elementos fundamentales: la apertura al mercado europeo y la implementación de las nuevas tecnologías. «En primer lugar, tenemos que recuperar el mercado europeo para tener unos índices de facturación y empleo de septiembre a mayo, así como centrarnos en mercados lejanos como América o Canadá. En segundo lugar, desde la sostenibilidad, poder utilizar las nuevas tecnologías y el Big Data para la redistribución del turista», afirmó. En la misma línea, la gerente de la Autoridad Portuaria de Málaga añadió que «la pandemia ha sido un acelerador de tendencias» que ha proporcionado unas herramientas «para poder corregir los errores del pasado». En el ámbito de la sostenibilidad en el turismo de cruceros, Fernández-Fígares recordó que este sector ayuda a la desestacionalización porque «la temporada alta es en primavera y otoño» y apostó por las nuevas tecnologías y el control de flujos como una de las formas para alcanzar una sostenibilidad real en la que trabajen conjuntamente las navieras, el destino, el turoperador y los turistas.
Respecto a las más de 6.000 toneladas de arenas tóxicas de Montenegro y transportadas desde Sevilla a Huelva que han levantado todas las alarmas entre los andaluces, los moderadores preguntaron cómo afecta esta situación al turismo. Fernández-Figares defendió que los puertos tienen que «trabajar para tener ingresos a través del movimiento de mercancías», pero abogó por encontrar los mecanismos adecuados para «evitar» cualquier perjuicio a la ciudad. Por su parte, el director comercial de CBS expresó que «esas noticias tienen un impacto temporal» y, desde el ámbito hotelero, aseguró que «la llegada de ese tipo de arenas sí podría tener un impacto a corto y largo plazo en la ocupación» porque los turoperadores «aprovechan ciertos tipos de circunstancias para presionar a los hoteles» en el precio o para mover a los clientes, aunque recordó que «es el modelo habitual» en la costa española.
En el ámbito de las nuevas políticas públicas y las iniciativas privadas para promover un turismo más respetuoso con el entorno, Marshall garantizó que «todas las energías que se consumen desde el Ayuntamiento provienen de energías renovables» y abogó por el papel fundamental de las administraciones en la consecución de los ODS para dar ejemplo a los ciudadanos. En este sentido, insistió en que la pandemia ha acelerado todo lo relacionado con la sostenibilidad y explicó que la movilidad sostenible es uno de los segmentos más importantes para el Consistorio de Benahavís.
Por otro lado, el profesor de la Universidad de Málaga hizo una apreciación en cuanto al concepto de sostenibilidad. «Más que sostenibilidad habría que utilizar el término de intensidad turística. Habría que hablar de una mayor utilización de los recursos en intensidad porque el turismo, como cualquier otra actividad económica, no es sostenible, es más o menos intensa», opinó. Asimismo, aunque se mostró a favor del Big Data como «herramienta que da resultados», incidió en la idea de que «con la tecnología solventaremos problemas, pero crearemos otros». Al respecto, Ortiz apostó por la tecnología como el vehículo para la redirección de flujos y aclaró que la sostenibilidad tiene que ser «económica, social y medioambiental» para mantener el empleo y la industria turística.
Respecto a los cambios que está adoptando la planta hotelera, Hevia opinó que de las grandes transformaciones que tiene que adoptar el sector turístico y hotelero es en primer lugar la de la «sostenibilidad económica», pero sin olvidar los demás aspectos. Además, aprovechó la ocasión para explicar que el sector hotelero «no puede convertirse en un búnker aislado del entramado social y económico de la zona». En este sentido, apostó por la contribución de los hoteles a la economía local a través de su integración en «la economía, la cultura, el arte y la gastronomía local».
En lo relacionado al binomio administración-empresas, la gente del Puerto de Málaga aseguró que desde la APM tienen un «fondo propio» para poner en marcha iniciativas de sostenibilidad como «Puerto Verde», pero también hizo hincapié en la necesidad de contar con fondos públicos. Asimismo, en su compromiso con la sostenibilidad ambiental, aseguró que ser sostenibles no tiene que ir siempre de la mano de la rentabilidad. «Cuando te acoges a la Agenda 2030 tienes que llevar a cabo las inversiones, aunque no sea sostenible económicamente», aclaró.
Andalucía batió records de visitantes en 2019 con 32,5 millones de turistas, una cifra que cuadriplica la población de la comunidad autónoma, pero ¿es el número de turistas el principal indicador para mostrar las fortalezas del sector? Ortiz se mostró reticente y apostó por «controlar el número de turistas» para que, con menos visitantes, se produzca un gasto medio superior y aumenten los ingresos para todos los agentes que componen el entramado turístico. En este contexto, Fernández-Fígares se mostró de acuerdo con esta idea, pero llamó al «equilibrio». No obstante, afirmó que la apuesta del Puerto de Málaga es que sigan llegando más escalas Premium. «En 2019 casi el 50% de las escalas fueron Premium, es decir, que llegaron menos pasajeros y gastaron más». El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Benahavís aprovechó su turno para asegurar que ese tipo de turista es el que visita la localidad malagueña y señaló que «el empadronamiento ha subido casi un 12%» en el municipio.
Así las cosas, durante el transcurso de la mesa se debatió sobre cómo afecta el turismo al entorno en el que se desarrolla. Todos coincidieron en que, gracias a esta actividad, ciudades como Málaga han experimentado cambios en los últimos veinte años en los que se han mejorado infraestructuras, se han rehabilitado monumentos y se ha revitalizado la vida económica. No obstante, Almeida, aseguró que todos esos cambios han provocado «la pérdida de población local» en el centro de Málaga, un problema con el que conviven otras grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia.
El gerente de la Empresa Pública para la Gestión del Turismo abogó por crear nuevos segmentos y diversificar el turismo. «Comenzamos con el segmento de sol y playa, luego con el cultural y después con el golf. Cada vez hay mas segmentos y subsegementos en la comunidad autónoma».
Por último, los asistentes tuvieron la oportunidad de mostrar sus conclusiones e ideas en cuanto al futuro del sector. El profesor de la UMA apostó por “interiorizar los aspectos ambientales para llevarlos a cabo” y que “tanto desde la empresa privada como desde las entidades pública” se realice una planificación que esté por encima de las exigencias del mercado. Ortiz se mostró optimista y confió en que la pandemia ha permitido repensar el sector para convertirlo en un dinamizador sostenible de la economía. Desde el sector hotelero, Hevia concluyó su intervención explicando que el reto se encuentra en “no convertirse en una isla y permeabilizar nuestro producto y atractivo en el área de influencia de, en este caso, los hoteles”. Por su parte, Marshall apostó por las energías renovables, los vehículos verdes y la eficiencia de los recursos y, la gerente del Puerto de Málaga, además de hacer hincapié en los proyectos que lleva a cabo la APM en materia de sostenibilidad, abogó por atraer “turismo Premium” y, respectos a las navieras que aplican los Objetivos de Desarrollo Sostenible, “ser facilitadores para que puedan aplicar su tecnologías e innovación”.
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