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Encuesta

Ocho de cada diez enfermeros andaluces han sido agredidos

Satse pide a las administraciones que actúen ante estos datos «alarmantes»

Enfermeras del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla JUNTA DE ANDALUCIAJUNTA DE ANDALUCIA

Ocho de cada diez enfermeros han sido agredidos mientras desempeñaba su labor asistencial y de cuidados en un centro sanitario o sociosanitario, según recoge una encuesta del sindicato de enfermería Satse, que indica que cerca de la mitad lo han sido hasta en cinco ocasiones y casi un 15 por ciento más de 10. De acuerdo a este estudio, el 75,96 por ciento de las enfermeras andaluces consultados ha sufrido alguna agresión, ya sea física (empujones, retenciones involuntarias, puñetazos) o verbal (amenazas, vejaciones, insultos) a lo largo de su vida laboral por parte de pacientes o familiares.

El mayor porcentaje de enfermeras andaluces agredidas se ha registrado en los servicios de atención hospitalaria, ya que hasta en el 57,47% de los profesionales que trabajan en este ámbito asistencial aseguran haber sido víctimas de una o más situaciones de violencia hacia su persona. Del porcentaje de enfermeras agredidas en Andalucía, el 46,08% lo ha sido hasta en 5 ocasiones, el 28,94 en una única ocasión, el 10,27 entre 6 y 10 ocasiones y el 14,71% en más de 10 ocasiones.

En los dos últimos años, marcados sanitariamente por la pandemia de la covid-19, han sufrido algún tipo de agresión el 66,53 por ciento de las enfermeras andaluzas. Asimismo, los profesionales de enfermería piensan que el ambiente laboral en los centros sanitarios y sociosanitarios de la comunidad autónoma, así como la relación con los pacientes, ha empeorado en los dos últimos años, tal y como manifiesta el 76,79 por ciento de los consultados.

Al preguntar por el tipo de agresión sufrida, teniendo en cuenta que un tipo de agresión no excluye a otra y que una misma persona puede sufrir distintos tipos de agresiones incluso dentro de un mismo acto de violencia, se constata que, mayoritariamente, son los insultos (82,07 %) y las amenazas (73,60 %) las formas más frecuentes de agresión, seguidas de las vejaciones (27,55 %). Según el Satse, se trata de datos «muy graves y alarmantes» que deberían hacer actuar de manera conjunta, coordinada y eficaz a todas las administraciones públicas.