El candidato de Ciudadanos a la presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Marín, ha abogado este jueves, al inicio de su campaña electoral, por dar “la vuelta” a las encuestas porque Andalucía no puede pasar de ser “un cortijo” del PSOE a serlo del PP.

Arropado por el vicesecretario general de Cs, Edmundo Bal; la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, e incluso los padres de la presidenta de la formación naranja, Inés Arrimadas, que está en Dublín en una reunión internacional de liberales, Marín ha dado en Jerez de la Frontera (Cádiz) el pistoletazo de salida de la campaña electoral. Allí ha presentado el cartel y el lema de su campaña: “Andalucía, el cambio que funciona”.

“¿Cuando algo funciona en vuestra vida, lo cambiáis?”, ha preguntado el líder andaluz de la formación naranja, que ha reivindicado el trabajo que ha hecho su grupo en estos años de gobierno con el PP.

Marín ha asegurado que la corrupción ya no es el principal problema de los andaluces, pero ha advertido que “como nos vayamos, vuelve” y que la comunidad ha mejorado en Educación, Servicios Sociales, Empleo, Turismo y todas las materias en las que este partido ha tenido competencias. Por eso se ha preguntado por qué “volver a otro régimen, pero en vez de izquierda de derechas”, en el caso de que el PP revalide el gobierno de la Junta en las próximas elecciones, como apuntan las encuestas.

Marín inicia la campaña sin desánimo por las encuestas: “El partido empieza hoy”, ha dicho tras recordar que en 2015 el partido sacó nueve diputados cuando “nos daban cero”.

Villacís, por su parte, ha recordado que aquellas elecciones fueron “el pistoletazo” de salida de Ciudadanos a nivel nacional. “Andalucía es el corazón de España”, ha sostenido Villacís, que ha afirmado que Marín, pase lo que pase, “se va a quedar en Andalucía” porque “siempre” ha trabajado por esta tierra. “No puede decir lo mismo Macarena Olona”, ha aventurado.

Bal ha insistido en el mensaje de que no se puede “caer otra vez en la alternancia entre PP y PSOE”, ni en crear alianzas como la del gobierno de PP y Vox en Castilla y León, con “un vicenada” que cobra “101.000 euros al año sin hacer nada”. El vicesecretario general se ha quejado de que el nacionalismo catalán dijera “España nos roba” y ahora “los nacionalistas están subsidiados por la Andalucía que genera riqueza y ellos gastándoselo en embajadas”.