Economía

Andalucía confirma sus buenos datos pese a la amenaza de crisis

El PIB regional subió un 5,9% en el segundo trimestre del año y el paro bajó en julio en un contexto de aumento generalizado

El paro se redujo especialmente en el mes de julio en el sector servicios
El paro se redujo especialmente en el mes de julio en el sector serviciosMaría José López / Europa PressEuropa Press

Los datos económicos confirman la buena salud de la economía andaluza, pese a la amenaza de crisis tras el verano y la galopante inflación. De un lado, el Producto Interior Bruto (PIB) regional creció un 5,9% en el segundo trimestre del año, un 0,8% más respecto al mismo periodo del año anterior. El crecimiento durante la primera mitad del año ha sido del 6,3%, por encima de las subidas experimentadas en Europa, según los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA). Teniendo en cuenta los indicadores de coyuntura, la Junta estima «crecimientos interanuales positivos en todos los grandes sectores de la economía». No obstante, prevé una ralentización en el sector primario «como consecuencia de un descenso generalizado de las cosechas, afectadas por la escasez de precipitaciones y las restricciones al regadío». De otro lado, tras los registros positivos de la reciente Encuesta de Población Activa (EPA), el número de desempleados bajó en 2.263 personas en julio, situándose el total en 762.539. Andalucía fue la segunda comunidad autónoma donde más bajó el paro el mes pasado, por detrás de Valencia.

El sector servicios tuvo un buen comportamiento, con 2.103 desempleados menos. Sin embargo, el paro subió en la agricultura –647 desempleados más– debido al fin de varias cosechas y en la construcción, que registró 1.164 parados más.

En este sentido, la Junta destacó el «moderado» descenso del paro, que se sitúa en niveles previos a la pandemia. Junto a ello, subrayó que la contratación temporal «ha bajado casi la mitad, un 46% en comparación con julio del año pasado». El secretario general de Empleo y Trabajo Autónomo, José Agustín González, aseguró que «hay que remontarse a agosto de 2019 para encontrar una cifra de parados más baja que esta». A su juicio, el dato de julio «es aparentemente positivo porque nuestra comunidad ha sido capaz de disminuir su desempleo en un contexto de subida generalizada a nivel nacional».

Este año la bajada del paro ha sido menor en julio. Esto se debe, según González, a que «en los meses previos al verano, es decir, abril y mayo, ya se iniciaron las contrataciones de verano». Además, ha influido la reforma laboral y el «impulso» que ha dado el contrato fijo discontinuo y que «está provocando que no haya tantas altas y bajas en el paro registrado con motivo de alguno de los contratos de temporada que se realizan en el sector servicios».

Los sindicatos, de su lado, valoraron la bajada del desempleo y el aumento de la contratación indefinida. Según CC OO, «estamos en un momento de gran incertidumbre y muchas necesidades, de hecho el 53% de las personas en paro no tiene actualmente ningún tipo de prestación, por tanto se deben tomar medidas que impulsen el empleo en nuestra comunidad y protejan a las personas más vulnerables».

Ante los malos augurios económicos tras el verano, la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, optó por la «prudencia», aunque sin obviar que los expertos «hablan de una posible recesión en invierno». En relación a la elaboración de los Presupuestos de 2023, una de las prioridades del nuevo Gobierno andaluz, España destacó que las cuentas estarán en consonancia con la situación económica del momento. No obstante, advirtió de que «todavía no estamos en recesión» y emplazó a conocer la evolución de la economía tras el periodo estival.

El proyecto de Presupuestos entrará en el Parlamento andaluz a finales de octubre, con el objetivo de que el debate de totalidad se celebre en noviembre y se apruebe definitivamente en diciembre. «Seguiremos afinando en agosto», recalcó España, no sin antes señalar que «habrá que hacer cambios en las consejerías para reajustar las partidas y los créditos» dentro del Presupuesto de 2022, antes de abordar la líneas maestras del proyecto para 2023.