Los alcaldes se resisten a decir «no» a la tasa turística en Andalucía

La Junta de Andalucía ha cerrado filas en defensa del sector turístico ante la presión de los alcaldes de la capitales de provincia para implantar una tasa sobre los visitantes. Primero, la consejera de Economía, Carolina España, respaldó el mensaje de su compañero de gobierno Arturo Bernal, que calificó el martes este gravamen como «un invento» que «ahora no toca». «No es el momento, vamos a dejar las cosas como están», sentenció España. Luego reaccionaron los profesionales de las agencias de viaje y los hoteleros, recordando los primeros que «después de una situación drástica» como la pandemia, no es lo que el sector merece y, los segundos, que su oposición a la idea es «frontal».

Pero lo que es importante para unos puede no serlo para otros o justo lo contrario. Los alcaldes de las principales capitales de Andalucía, focos turísticos de primer orden nacional y mundial, entienden que el debate es más necesario que nunca. De hecho, el primer edil de Granada, Francisco Cuenca, ha dado traslado de su petición de tasa turística a la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) con el objeto de poner en marcha una mesa de debate para, en su caso, elevar a la Junta una propuesta conjunta sobre una medida que «llegará más pronto que tarde».

Por su parte, el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, insistió en su defensa de la tasa como una herramienta de aplicación «voluntaria» que «supondría una financiación extraordinaria» y que, además, «no disuadiría a los turistas». «Es una mala noticia abortar el debate; voy a seguir luchado por tenerla», añadió. Incluso el alcalde popular de Málaga, Francisco de la Torre, señaló que «no es malo» avanzar en una propuesta «que sea destinada a fomentar el turismo de calidad, de excelencia», siempre «en consenso» con el sector. Por ello, abogó por hablar con «transparencia».